¿Fulla o novillos?

Estaba yo buscando un titulo, para este articulo que empiezo a escribir, y en el cual (como no puede ser de otra manera) pienso reflejar anecdóticamente historias deportivas de mi niñez, porque la verdad, para escribir del partido del domingo hay otros que están más cualificados que servidor, pero claro, como el articulo va de cuando nos fumábamos la clase, pues tengo que ponerle nombre, y he decidido que le llamaré hacer "FULLA” en Cartagenero puro y duro, porque lo de novillos me suena muy "fisno”. 

Hubo un tiempo (sé que, a muchos le sonará a chino lo que voy a contar) que en Cartagena se disputaban los campeonatos de fútbol de la Armada, estos campeonatos eran sensacionales. Participaban equipos de las tres bases navales españolas, Ferrol, Cádiz y Cartagena y dentro de cada uno de ellas estaban, el Tercio de Levante, la Escuela de submarinos, el cuartel de instrucción, la dotación de los destructores y el Arsenal. Les aseguro a ustedes que todos disponían de verdaderos equipazos, teniendo en cuenta que, por ese tiempo la mili era obligatoria, los mejores jugadores de España eran llamados a filas, es verdad que todos estaban "enchufados”, pero el periodo de  instrucción no había quien se lo quitara. Por ello, las tres bases pugnaban por llevárselos a su "terreno” y dentro de esas bases, habían verdaderas "batallas” para ver qué departamento se llevaba los mejores (muchos de ellos internacionales). La expectación que estos campeonatos levantaba era tremenda, los partidos se jugaban en el estadio del Armarjal miércoles y jueves por la tarde, y ahí entro yo ¿Cómo me iba a perder esos partidazos? A esa hora yo tenía clase y si quería verlos no tenía más remedio que hacer ”fulla”. Mi equipo favorito era el Tercio de Levante de Cartagena, y por esa razón siempre he simpatizado con ese departamento.

Por aquella fecha, servidor era alumno del colegio La Milagrosa, de la Misericordia mi profesora era ni más ni menos que Sor Francisca Armendáriz, pagábamos una peseta semanal, y aunque les parezca increíble este dinero a muchas familias les resultaba complicado desprenderse de él. Recuerdo a Sor Francisca (desde mi perspectiva, que era la de un chaval que, en ese momento me estaba preparando para tomar mi primera comunión) era altísima, muy delgada, con aspecto de persona autoritaria, imponía un gran respeto y durante su estancia en Cartagena le dio clase a la mitad de los niños de la ciudad, por ello, una de nuestras calles lleva su nombre. Bueno al grano, una vez establecido el sitio, la época y el momento. Paso a relatarles mi "vía crucis” personal para poder asistir a la final de los campeonatos.

La final del campeonato la jugaban El Tercio de Levante de Cartagena y el Cuartel de Instrucción de Ferrol y les diré que el guardameta del Tercio de Levante era Trías, portero internacional del Español de Barcelona (un ídolo). Aprovechando este articulo, me gustaría tener un recuerdo, para uno de los fallecidos en el pavoroso incendio en refinería el día 01-10-1969 y lo hago porque  a este hombre apellidado Hernández le decíamos "Trias” en honor del mítico guardameta a que hago referencia. El partido se jugaba un jueves por la tarde, y esa tarde yo tenía clase de catequesis con Sor Francisca, para la preparación de la comunión. ¿Qué hacer? ¡Madre mía! no tenía más remedio que hacer FULLA. Así que dicho y hecho, agarré los libros le di un beso (como siempre, a mi mamá Concha) y me largué para el Armarjal. Estaba yo en la grada "sentaíco” tan tranquilo, cuando de pronto veo llegar a tres "chivatos” de la escuela (en todos sitios hay gente de esta) y me dicen, Loren ha dicho Sor Francisca que vayas inmediatamente. Les juro que me cagué en los pantalones de la "jindama” que me dio.

En fin escoltado por los "chivatos” de turno, me presento ante la monja. El tembleque no me cabía en el cuerpo cuando me planté delante de ella, les aseguro que, si siempre me parecía alta, en ese momento creía que era la torre Eiffel, y me dice ¡taladrándome con los ojo! Les digo palabras textuales. Loren el domingo cuando te fumaste la misa, fue como un puñal que se me clavó en el corazón, pero el fumarte esta tarde la catequesis ha sido como una espada que me atraviesa el alma. En ese momento me tira el sopapo, yo que la estaba esperando me agacho, y ella al fallar, da dos vueltas sobre sí misma y se cae de culo en el suelo. Todo el mundo detrás de mí y yo saltando por las mesas tirando tinteros (entonces no había bolígrafos) cuando me agarró, me dio de todas posturas hasta con la chasca, (la chasca era una especie de postizas de madera que llevaban las monjas entre los dedos) me puso morado. Una vez que tomé mi primera comunión y debido a esos hechos, mi abuela me cambió de escuela y fui a parar al Patronato de la calle de Saura con Sor Rosa. Pero eso es otra historia.

En fin señores, como tantas veces he dicho, es que el fútbol me gusta mucho. Esta pequeña anécdota, cuenta un poco los tributos que tuvimos que pagar muchos chavales de aquella época, para poder ver o practicar nuestro deporte favorito. EL FÚTBOL. Muchas gracias a todos

PD. Quiero dedicar este artículo a Feliciano Ortiz Cuenca, amigos en la "química” de muchos años,  aficionado acérrimo de nuestro F.C. Cartagena. seguidor de este periódico digital y lector de mis artículos.