jueves. 25.04.2024

Un fútbol de genios regentado por idiotas

Tenemos a los mejores futbolistas del mundo regentados por los dirigentes más tontos del universo. Al menos en la primera jornada nos quedamos sin fútbol. Casi mejor, pensarán algunos, así nos evitamos el chicharrero de las doce de la mañana, todo un infierno en las gradas del Cartagonova. Pero parece increíble....

Tenemos a los mejores futbolistas del mundo regentados por los dirigentes más tontos del universo.

Al menos en la primera jornada nos quedamos sin fútbol. Casi mejor, pensarán algunos, así nos evitamos el chicharrero de las doce de la mañana, todo un infierno en las gradas del Cartagonova. Pero parece increíble.

Tenemos a los mejores futbolistas del mundo pero están dirigidos por los regentes más tontos del mundo. Cuánta razón tiene el periodista tuitero inglés. Los mejores futbolistas del mundo los tenemos en España, ya lo creo. Pero también a los más absolutos imbéciles como dirigentes. Podrían irse a su casa a molestar a sus mujeres y dejar en paz al fútbol español.

El caso es que las divergencias entre los distintos estamentos de la Liga de Fútbol Profesional no son nuevas. Casi siempre con los desequilibrios presupuestarios como telón de fondo. La última gran huelga del fútbol español data del año 1984. Casi ni nos acordamos y muchos no habían nacido aún. Otras tres, con diferente grado de acogida, se habían producido años antes.

No ha hecho falta bicear demasiado para encontrarnos en 1979, dónde las hemerotecas arrojan la primera gran huelga de fútbol en España. Corría menos de un año desde la creación de la AFE, la Asociación de Futbolistas Profesionales, con apenas 1.700 jugadores afiliados. Una asociación en pañales que comenzaba a afilar sus colmillos. Los futbolistas reclamaban la abolición del derecho de retención, su inclusión en el régimen de la Seguridad Social y la supresión del límite de edad para jugar en Tercera, establecido en 23 años.

El parón duró un día. En ningún campo de Primera ni Segunda división rodó el balón ese domingo. En la segunda ocasión, como ha sucedido este año, la huelga se planteó en septiembre, justo al comienzo de la Liga de 1981. La huelga se prolongó durante las dos primeras jornadas. El 6 de septiembre no se jugaron los partidos y el 13 de septiembre, con menos fuerza de convocatoria, fueron disputados por los equipos juveniles.

Los jugadores desconvocaron la protesta tras lograr el pago de las deudas y la abolición de la normativa de alinear obligadamente a dos jugadores sub-20. Quedaron en el aire, sin embargo, cuestiones como la creación de un fondo de garantía y la participación de los jugadores por medio de porcentajes en los ingresos por publicidad y derechos de televisión.

Arrastrando estos problemas, un año más tarde, en abril de 1982, a falta de tres jornadas para el final de la Liga, la AFE anuncio una nueva huelga apenas secundada. El seguimiento fue tan escaso que fue disuelta al día siguiente. El 16 de abril la AFE y el Comité de Fútbol Profesional alcanzaron un acuerdo.

Volvieron a la salir a la luz los conflictos económicos en 1984, fecha de la última huelga. En esta ocasión, los jugadores querían participar en el reparto de derechos televisivos. El parón duró dos jornadas, la primera el 9 de septiembre, que se jugó con juveniles, y el 16 del mismo mes, sin opciones de alinear a los canteranos por prohibición de Magistratura. Las taquillas no se llegaron a abrir ese día. Los jugadores no se presentaron a los entrenamientos y otros, como los del Logroñés, fueron más lejos y denunciaron a la directiva del club por haberles prohibido la entrada a las instalaciones.

Hubo más intentonas fallidas en años posteriores como en la temporada 97-98 cuando fue detenida a tiempo tras una reunión entre la Federación y los Clubes. La llegada masiva de jugadores extranjeros a raíz de la Ley Bosman marcó su desarrollo. El inicio de la temporada 2007-08 que también estuvo pendiente de un acuerdo entre la patronal y el sindicato, en esta ocasión por la firma de un nuevo convenio colectivo.

La última amenaza de parón no vino de los futbolistas, sino de los propios equipos, que el pasado marzo del 2011 estuvieron a punto de detener la Liga. El motivo, la cruzada por unos ingresos televisivos más equilibrados con el objetivo de impedir la emisión obligatoria de partidos en abierto.

Lo dicho: futbolistas geniales regentados por tontos e ineptos así que, a seguir tranquilos con las vacaciones, en la playa o en dónde sea. Lleva mucha razón el corresponsal del tabloide The Guardian.Tenemos a los mejores futbolistas del mundo pero también tenemos huelga gracias a los idiotas que se están cargando al fútbol español.

Un fútbol de genios regentado por idiotas
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