viernes. 29.03.2024
Juan Antonio Calvo | Periodista

Hacer o no los deberes, ésa es la cuestión

Todo eso, traducido a un lenguaje práctico y entendible por todos, aunque no sean demasiado aficionados al balón, quiere decir que el Cartagena tiene medio hechos los deberes y el Murcia ni siquiera ha comenzado a estudiar para el examen final.Veamos. Si la salvación –léase la permanencia en la categoría–...
Todo eso, traducido a un lenguaje práctico y entendible por todos, aunque no sean demasiado aficionados al balón, quiere decir que el Cartagena tiene medio hechos los deberes y el Murcia ni siquiera ha comenzado a estudiar para el examen final.

Veamos. Si la salvación –léase la permanencia en la categoría– está cifrada, a tenor de lo que ha venido sucediendo en las últimas temporadas, en torno a los 50-52 puntos, podemos comprobar que el Cartagena, con los 23 que actualmente lleva, está por encima de la media y que a estas alturas, cuando aún quedan por disputar nada menos que 90 puntos (restan aún 30 jornadas) ha logrado, más o menos, la mitad de esa permanencia. Vamos, que está dentro de la media y que podría llegar a la al final de la primera vuelta con el objetivo casi conseguido.

Eso es lo primero que debe lograr el club blanquinegro, lo que ahora mismo debe interesarle y el punto en el que debe fijar su primera meta. Lo demás, si llega, bienvenido sea. Pero hay que aspirar a más cuando se tenga asegurada la permanencia y no levantar castillos en el aire sin antes tener bien cimentada la obra.

El caso del Real Murcia es diametralmente opuesto. Con sus raquíticos 7 puntos lo tiene todo por hacer. Es como aquel estudiante que no ha pegado ni golpe desde que ha comenzado el curso y lo va dejando todo para el final... con el riesgo de que luego no le dé tiempo a preparar el examen.

Manteniendo el mismo supuesto que con el Cartagena –la salvación está en esos 50-52 puntos– al Murcia le quedarían por hacer nada menos que ¡45!. Eso, traducido a ‘román paladino’ quiere decir que los grana tienen que ganar uno de cada dos partidos puesto si quedan 90 puntos por disputarse, ellos tienen que lograr nada menos que la mitad, algo que si no es una hazaña futbolística, se le parece bastante.

Es la diferencia que existe entre el estudiante que empolla cada día un poco para ir avanzando páginas en el libro, el Cartagena, y el que lo fía todo al achuchón final porque durante el tiempo anterior ha estado haciendo el vago, como es el caso del Real Murcia.

A veces suena la flauta, pero al Cartagena, que le quiten lo ‘bailao’.

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