3 de febrero de 2012, 2:30
Pero con todo y con eso, ahora mismo miramos, quizás, de otra manera y es que, a decir verdad, parece que la situación está cambiando -para bien-, y esto que está ocurriendo, deberemos aprovecharlo cuanto más tiempo, mejor, por lo que pudiera pasar después.
El equipo, por lo que estamos viendo, tiene otro cariz, cariz positivo y ascendente que hace, de nuevo, -y fijáos con qué poco-, ilusionarnos con lo que soñamos desde la sexta jornada de liga (6 jornadas, 6 derrotas), es decir, mantener la categoría. Tarea difícil, la que le pusieron encima de la mesa al Sr. Ríos, pero que por lo que se ve, la ha tomado con la ilusión propia de un chiquillo con unos zapatos nuevos y ello, ha motivado, de tal manera, a sus chavales (-como él los llama-) que si nos fijamos bien, sobre todo en los partidos donde ya él tomó las riendas, parecen otros; diré más, hasta vemos que saben jugar la pelota, cosa que por lo visto en los inicios de temporada, parecía incomprensible que, jugadores precedidos de cierto renombre nacional (alguno, también, internacional), no chutaran ni a gol y nos hicieran goles como churros, equipo totalmente plano y apático, como ocurría en esos partidos de los que no quiero volver a acordarme.
Los aficionados, como siempre, al lado del equipo, gane o pierda; en esta primera fase, verdaderamente, más pierda que gane; pero, repito, no han dejado de estar ahí, por lo que para ellos y sobre todo, los valientes que siguen acompañando al equipo, en interminables desplazamientos, con “Pencho Angosto” al frente, un sobresaliente. Pero tenemos que seguir, esto no ha hecho nada más que enmendar ligeramente el rumbo, hemos pasado el hemisferio norte, nos queda recorrer el sur y deberemos navegarlo para obtener un bagaje superior al ahora mismo llevamos. Si las cosas continúan como ahora mismo, la señal es magnífica, pero no todo es de color de rosa, vendrán complicaciones, en forma de expulsiones (véase la de Riazor), lesiones (ojalá que no), arbitrajes, la mala suerte, el balón que no entra, etc, etc, etc.
Por todo ello, y aún conociendo la problemática de la crisis, -dinero hace falta en todos sitios, en el fútbol también-, me referiré a que quizás, en este próximo encuentro, hubiese sido más conveniente llenar, hasta la bandera, el campo (ya habría tiempo para el día del Club) y dejar el día de pago para otra jornada en la que, con equipos con los que nos estuviéramos jugando mantenernos, haberlo hecho ese día; pero las cosas son así y así las respetaremos; en consecuencia, una vez más, y como siempre hago, el domingo todos al campo, en apoyo incondicional al Cartagena e intentar ganar, para que cuando lleguen los próximos y, esta vez importantísimos encuentros, nos hagan mantener el sueño de la permanencia, que como mínimo requiere nuestra ciudad.
¡Hasta la próxima amigos, salud y suerte, como siempre!.
El equipo, por lo que estamos viendo, tiene otro cariz, cariz positivo y ascendente que hace, de nuevo, -y fijáos con qué poco-, ilusionarnos con lo que soñamos desde la sexta jornada de liga (6 jornadas, 6 derrotas), es decir, mantener la categoría. Tarea difícil, la que le pusieron encima de la mesa al Sr. Ríos, pero que por lo que se ve, la ha tomado con la ilusión propia de un chiquillo con unos zapatos nuevos y ello, ha motivado, de tal manera, a sus chavales (-como él los llama-) que si nos fijamos bien, sobre todo en los partidos donde ya él tomó las riendas, parecen otros; diré más, hasta vemos que saben jugar la pelota, cosa que por lo visto en los inicios de temporada, parecía incomprensible que, jugadores precedidos de cierto renombre nacional (alguno, también, internacional), no chutaran ni a gol y nos hicieran goles como churros, equipo totalmente plano y apático, como ocurría en esos partidos de los que no quiero volver a acordarme.
Los aficionados, como siempre, al lado del equipo, gane o pierda; en esta primera fase, verdaderamente, más pierda que gane; pero, repito, no han dejado de estar ahí, por lo que para ellos y sobre todo, los valientes que siguen acompañando al equipo, en interminables desplazamientos, con “Pencho Angosto” al frente, un sobresaliente. Pero tenemos que seguir, esto no ha hecho nada más que enmendar ligeramente el rumbo, hemos pasado el hemisferio norte, nos queda recorrer el sur y deberemos navegarlo para obtener un bagaje superior al ahora mismo llevamos. Si las cosas continúan como ahora mismo, la señal es magnífica, pero no todo es de color de rosa, vendrán complicaciones, en forma de expulsiones (véase la de Riazor), lesiones (ojalá que no), arbitrajes, la mala suerte, el balón que no entra, etc, etc, etc.
Por todo ello, y aún conociendo la problemática de la crisis, -dinero hace falta en todos sitios, en el fútbol también-, me referiré a que quizás, en este próximo encuentro, hubiese sido más conveniente llenar, hasta la bandera, el campo (ya habría tiempo para el día del Club) y dejar el día de pago para otra jornada en la que, con equipos con los que nos estuviéramos jugando mantenernos, haberlo hecho ese día; pero las cosas son así y así las respetaremos; en consecuencia, una vez más, y como siempre hago, el domingo todos al campo, en apoyo incondicional al Cartagena e intentar ganar, para que cuando lleguen los próximos y, esta vez importantísimos encuentros, nos hagan mantener el sueño de la permanencia, que como mínimo requiere nuestra ciudad.
¡Hasta la próxima amigos, salud y suerte, como siempre!.
