martes. 23.04.2024

Ese hombre es un ¡¡señor!!

Es cierto que nuestra historia futbolística no es muy brillante. (Nunca hemos estado en 1ª división) Las razones las hemos intentado averiguar muchísimas veces, y no hay manera de que coincidamos en las causas, unos dicen que si la mala suerte…otros que si los presidentes…los más que si la mala...

Es cierto que nuestra historia futbolística no es muy brillante. (Nunca hemos estado en 1ª división) Las razones las hemos intentado averiguar muchísimas veces, y no hay manera de que coincidamos en las causas, unos dicen que si la mala suerte…otros que si los presidentes…los más que si la mala planificación de la cantera. Lo cierto y verdad, es que estamos en segunda B, y que hoy es casi un sueño el ascenso a segunda A. Todavía hoy día, no sabríamos a quien echarle la culpa de ¿por qué? una ciudad con nuestro potencial industrial (lo fue) histórica (lo es) con una densidad de población importantísima, no ha sido capaz de escalar el más alto peldaño de nuestro deporte Rey. Pero… naturalmente, todavía tenemos las ilusiones intactas, y no desesperamos de lograrlo 

 En este artículo voy a tener el gusto de hablarles de una persona que sí alcanzó la gloria que a nosotros se nos ha negado. Y alcanzó esa gloria, empezando con nuestro Cartagena, con los que no hemos hecho nada, pero que si hemos servido de trampolín, para que muchos profesionales se proyecten en su carrera.

Esta persona a la que me refiero, es nada más ni nada menos que LUIS CID PEREZ (CARRIEGA) así con mayúsculas. Como futbolista, Luis no llegó al estrellato, jugó en equipos como el Orense, Ferrol, Oviedo, Burgos…hasta que en 1957 tuvimos la suerte de que fichara con nuestro Cartagena. Sí señores, fue una suerte para mí llegar a entrenar a su lado, y fue una suerte verle crecer como técnico. Por aquellos años, ya por los 60 el entrenador del Cartagena era D. Antonio Molinos, pero todos los aficionados sabíamos que el que dirigía el equipo era Carriega, y los que lo veíamos a diario no dudábamos que se estaba fraguando un grandísimo entrenador. Era un placer ver como ordenaba a sus propios compañeros los movimientos que debían realizar en el terreno de juego. 

Su carrera como entrenador la empezó con nosotros, y la continuó llena de éxitos con El Sporting de Gijón, Zaragoza, Sevilla, Betis en varias ocasiones, Atlético de Madrid, Celta…etc. Para que ustedes vean la calidad humana de este hombre, quiero referirles una anécdota personal de la que guardo un recuerdo imborrable.

Por mi trabajo tuve que trasladarme a Sevilla, (hablo de 1980) y me hospedé en un conocido hotel de la ciudad. Me encontraba en el vestíbulo del hotel (me jode llamarle Hall) cuando me tocan en el hombro, vuelvo la cabeza, y cuál es mi sorpresa, al ver que la persona que me estaba saludando, era el mismísimo  Carriega. Naturalmente mi alegría era doble, primero por volver a ver a este hombre que yo admiraba, y segundo, por comprobar que al cabo del tiempo me había reconocido, lo cual era para mí muy gratificante. Estuvimos hablando de Cartagena y recordando amigos comunes. Ese día era sábado y resulta que el Betis al cual entrenaba Carriega estaba concentrado en ese mismo hotel, pues al otro día jugaba contra el Hércules, en partido de primera división. Le dije que yo estaría un par de semanas en Sevilla, y nos dimos un abrazo al despedirnos. A la mañana siguiente, (domingo) bajo de mi habitación a dejar la llave en recepción, y me dice el gerente del hotel que tengo un sobre en mi casillero, lo abro, y cuál es mi sorpresa, al ver que me había dejado Carriega dos entradas de tribuna para presenciar el partido de esa tarde, lo comenté con el gerente, lo agradable del "regalo” y  me dijo seriamente ESE HOMBRE ES UN ¡¡SEÑOR!! Ni que decir tiene que siempre guardaré un gran recuerdo de Luis, pues en esos pequeños detalles es cuando se ve el señorío de las personas.

Hay una cosa que siempre fue un enigma para mí. Resulta que a Carriega lo ficha el Doctor Cabeza en 1981 para el Atlético de Madrid, y su fichaje, coincide con el del mexicano Hugo Sánchez, Hugo y Carriega chocaron, hasta el punto de que Luis no le ponía en las alineaciones. Esto llegó a ser muchas veces noticia nacional. La cosa se endureció de tal manera que, a los doce partidos el Doctor Cabeza destituyó a Carriega poniendo en su puesto a José Luis García Traíd. Y me pregunto ¿Qué ocurriría entre Luis y Hugo para llegar a esos extremos? si alguna vez tengo la suerte de encontrarme de nuevo con mi amigo, será una pregunta obligada, y seguro que me lo contará con toda sinceridad. Muchas gracias a todos ustedes por leer mis "historias”

PD. Este articulo quiero dedicárselo a mi amigo Simón Ruiz (padre) a quien yo creo que el mejor elogio que le puedo hacer, es decir que el titulo de ¡señor! Es el que irradia en todo momento en el trato con sus amigos, y en todas las facetas de su vida. Dios quiera que tu sueño y el mío (ver al Cartagena en primera) se cumpla. Un abrazo
 

Ese hombre es un ¡¡señor!!
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