“Bueno es recordar”, escribió Machado, “las palabras viejas / que han de volver a sonar”. Agradezco, Icue, que, a estas alturas de la temporada en la que nos encontramos, te atrevas a analizar algunos exabruptos, contextualizándolos con otros comportamientos.
Te fijas? El FC Cartagena, quiéranlo o no, da miedo por lo de ayer, lo de hoy y lo de mañana. Verano de 2011, Paco Gómez, vocea, no sabe largar si no es a voz en grito, podía hacerlo susurrando, pero no, no conoce lo que es un suave susurro: “Estoy muy ilusionado y estamos haciendo un equipo para ascender. Vamos a formar un equipo fuerte atrás. Y jugaremos más vertical que en la pasada temporada”.
“Parece que van andando y de fiesta” “No van a cobrar hasta que ganen tres partidos seguidos”.
“Aquí lo que no puede ser es que tú cumplas a rajatabla y los jugadores salgan como si tuvieran ganado el partido" (...) "Yo creo que hay más de un futbolista que no está implicado". "Hay que empezar a dar algún escarmiento y tomaré muchas medidas”.
“Si el equipo baja es para colgar a algún futbolista, uno al lado de otro, colgados, todos colgados”.
“Si no se ponen las pilas, no van a cobrar. Deben salir a morder. De momento, lo único que veo en el campo son mercenarios, que aparte de cobrar no trabajan”.
“Si el equipo falla ante el Gerona en el partido de este próximo sábado en el Cartagonova, es para meter cuatro cargas de dinamita al estadio y enterrar a los jugadores”.
Icue,ya sé que estas frases no son tuyas, ni del articulista, ni que tampoco las pronunciaron los jugadores, ni fueron lanzadas al aire por esos arriesgados y enfervorizados seguidores de nuestro querido Cartagena. Son pronunciamientos de todos conocidos. Son palabras propias de un Presidente imprudentemente deslenguado. Son frases escogidas de entre una colección de frases pronunciadas por un lenguaraz y entresacadas de un archivo sabiamente guardado.
Sé que, como dice el poeta, es muy duro recordar, reconozco que todas las palabras viejas deben volver a sonar y, como deportivamente ya no hay nada de que hablar, ni comentar, al estar todo consumado, le gustaría al articulista encontrar esa palabra exacta, el verbo apropiado y la frase correcta y respetuosa para calificar todo lo que ha sucedido dentro del club, desde el despido de Sergio Inclán, el cese de David Buitrago, el despido de Javier Rufete y la no renovación de Juan Ignacio Martínez Jiménez.
Intentaré ir haciéndolo por entregas pero me está costando encontrar el verbo exacto para calificar el comportamiento de aquel y también de aquellos que debieran haber sido prudentes, muy prudentes en el decir, no porque nuestro grandioso lenguaje carezca de él, sino porque deseo encontrar el vocablo exacto que me sirva para arropar la ¿personalidad? de todos estos desnudos personajes en lo referente a su psicología en el hablar y más cuando son dirigentes de una empresa, es este caso deportiva y con una masa social, la más importante de esta querida ciudad, con tacto y prudencia. He rebuscado y sólo me viene al teclado algunas palabras para calificar el cacumen de esa pandilla de…Helas, las encontré: Máscaras lamentables. Personajes descorazonadores. Estomagantes desagradecidos. Desvertebradas personalidades. Insufladores de tensiones. Deprimentes. Y elevadores tensionales con generosidad generadora de riesgo cardíaco.
En este club, desde que expulsaron a David Buitrago y a lo largo, fundamentalmente, de esta temporada, el comportamiento del Presidente y otros personajes han conducido al
Icue, a soñar que en este club y en esta temporada han existido y existen futbolistas, afortunadamente no todos, que se han comportado como búhos y “homines stupidi”, evolucionado hacia el “homo noctambulus”. Su hábitat natural ha sido y está siendo la llamada “zona de marcha”, espacio urbano plagado de bares, cafés, discotecas, pubs, clubes, afters y demás “centros culturales” que desarrollan su actividad en el perímetro, cartagenero-murciano-alicantino y hasta madrileño.
Los sociólogos afirman que “salir de marcha” es como ir de fiesta, o sea, experimentar la vivencia ritual y grupal del caos y el desorden en un espacio donde se invierten los valores que dominan en la vida social, permitiendo cambiar el orden bebiendo, bailando, voceando, evacuando la bochincha, repleta de garrafón, en pared y divirtiéndose hasta el agotamiento. Ya sabes, amigo Icue, que los deportistas suelen tener este comportamiento para, juntándose con sus congéneres, escapar de la rutina cotidiana, escuchar música y ligar. Así su vida nocturna les permite escenificar la ficción de que son libres y actuar con despreocupación, olvidándose de sus obligaciones y formalidad cotidiana sobrellevando la dureza de su semana laboral.
Ya. Resulta, que el Presidente con sus declaraciones y los jugadores con sus divertimentos tratan unos de justificar su fracaso y los otros desde la necesidad de llevarlo a cabo para desconectar de los sacrificados entrenamientos, desinhibirse de la dura rutina y descansar del estresante trabajo que deben ejercitar, profesionales que son, durante el resto de la semana hasta la llegada del día y la hora de partido. Son tan profesionalmente noctambulitos que, cuando deben despertarse entre gruñidos para acudir a los entrenamientos, se topan con el sueldo, ahora atrasado, con el que financiar la próxima trasnochada, presumiendo de llevárselo calentito.
El Icue, como habrán observado, no ha utilizado ni con el comportamiento del máximo responsable del staff, ni con el de algunos jugadores, eufemismos, hipócritas y falsarios, sino que ha llamado a las cosas por su nombre, o al menos por uno de sus nombres legítimos. ¡Ay, ay, ay!
Pedro-Roberto J.P. En un “Rincón para Doce”.Dies 5/3: ante diem sextum Nonas Maias. Nº 228
http://lamedusapaca.blogspot.com.
