A leer en Sportcartagena que: “El ex cartagenerista Pedro Botelho, había sido detenido en Madrid por positivo de alcoholemia” me he acordado de dos jugadores excepcionales. El primero balón de oro con 22 años, auténtico genio con el balón, rebelde, excéntrico y ahogado, algo bastante común entre los futbolistas ingleses, en alcohol. Lo llamaban “El genio de la botella”. Era George Best, del que dijo Pelé ser “el mejor jugador que he visto, dignificó su posición y siempre será recordado como uno de los mejores “punta dereita” de la historia del fútbol”.
Vivió su vida tan rápido como corría la banda, alternando regates eléctricos y goles impensables, con una enfermiza afición por el alcohol, las sustancias prohibidas, las mujeres y las fiestas. El otro un fino centrocampista de regate corto que hacía maravillas en el uno contra uno, sus comienzos fueron en el Newcastle, club de su ciudad nataly al dejar el fútbol, en 2004, con el Boston United, fue de mal en peor. En 2008 fue recluidocontra su voluntad en dos ocasionese ingresado en el hospital de Faro, en Portugal, por una sobredosis de alcohol y drogas.Era Paul Gascoigne, “el bruto genial” jugador al que los escoceses le cantaban aquello de “¡es gordo, es redondo, está siempre en el suelo. ¿Quién es? ¡Es Paul Gascoigne!”.
Y en éstas apareció Botelho. Cómo tú muy bien sabes, nosotros, querido Icue, tú y yo lo conocíamos, no ha sido la primera vez que ha ocurrido. Sabemos que esto, lo mismo: conducir sin carnet, ir algo ebrio, dar algún que otro trompo, ya ocurrió al final de la temporada pasada por esta nuestra querida Cartagena, carreteras, zonas de copas y baile comarcales. Nos lo callamos, me arrepiento, no le hicimos un favor.
Este muchacho, que lleva jugando al fútbol en equipos profesionales desde hace cinco años, no ha asimilado pasar de la calle a la élite, está en un continuo guateque, solamente cambia la ciudad, la música y el lugar donde celebrarlo. Pensábamos estaba acostumbrado a la austeridad, no, está más cómodo a contracorriente. Tarda en asumir su situación y siempre acaba recreándose. Este brasilero, que es una oda al poder físico, también es infortunio y la fatalidad siempre está protagonizada por él. El joven deportista por lo que se ve entiende más de voluntarismo que de medir los tiempos y no acaba de encontrar el libro de instrucciones para dominar con pausa y firmeza sus impulsos juveniles exuberantes de poder físico ansiosos de diversión. El Icue y el articulista saben y conocen que este gran corredor por banda está lastrado por el vértigo de la noche y le falta picardía para disfrutar de sus desatados guateques. Siempre está de festín e inusitados frenesíes.
Botelho, mira que lo hemos dicho y señalado en nuestra columna y denunciamos la temporada pasada, no ha sabido asimilar la evolución de jugar en campos de tierra a soñar con el fútbol profesional. Está en una nube de sueño que le confunde y este Pedro Roberto Silva Botelho, Salvador de Bahía; 1989, que en cuestión de meses pasó de la calle al Arsenal, lleva cuatro años cedido para que se foguee en equipos de la Segunda División española y zas, ahora que por fin está en Primera, lo cazan, control de alcoholemia a la vista, dando positivo - 0′54 -, tiene que pasar la noche en las dependencias de la comisaría de Legazpi y todo esto con el añadido de un permiso de conducir no reglado.
Icue, como tú muy bien sabes esto no es nuevo en este futbolista irresponsable que, casi la prepara cojonuda en una fría noche de invierno. Tiene antecedentes en Salamanca cuando David Amaral le apartó del equipo tras protagonizar algunos incidentes, como escaparse a Madrid para, así lo manifestó, ver un partido de Champions.Igualmente en Vigo, jugando en el RC Celta volvió a vivir situaciones parecidas. Y…en Cartagena lo que sabemos, hemos silenciado y algunos, conociendo mucho, handisculpado: “Está claro que todo le ha pillado por sorpresa, ha sido todo muy rápido. Tenía solo 17 años y no había competido en Europa, le costó acoplarse”, recuerda Juan Ignacio Martínez, actual técnico del Levante, al que parece va a volver, y su primer entrenador en España. “Tuvo que aprender mucho y rápido, y a menudo las circunstancias le sobrepasaron”. “Conmigo su comportamiento siempre ha sido excepcional”, terminó añadiendo JIM.
Como buen brasileño, a Botelho le encanta atacar, y quienes le conocen saben que no le faltan cualidades. El Icue lo ha visto espectacular, sobre todo con el balón, físicamente extraordinario, algo alocado, más un portento, potente y a veces muy atrevido.
Cuidándose y dejando la samba y la noche para otras ocasiones con la potencialidad que atesora será la gran atracción no discotequera, sino futbolística.
No preocuparse. Anda un tanto ahíto de todo y encandilando al personal. El Icue confía que en Levante se le abran al fin las puertas hacia su gran reto: el Arsenal, todo un desafío para un chico que hace bien poco jugaba en las calles de Brasil. ¡Ojo! ¡A cuidarse para no precipitarse, como aquel genio escocés, a los avernos del infierno!
Pedro-Roberto J.P.En un “Rincón para Doce”.Dies 1/18: ante diem quintum decimum Kalendas Februarias.
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