Hoy queridos lectores tendrán que perdonarnos tanto al Icue como al cronista. Estamos de celebración y gozosos de poder haber podido llegar hasta ustedes a lo largo de estos dos años y sin faltar ni un solo día de partido ni un solo miércoles a la cita para cantarles “Saetas” unos domingos y “Fandangos y Jotas los miércoles”.
Nuestros artículos "200 ya, qué raro suena" puestos en la portada y en el tema del día de “nuestro Sportcartagena” se han ido colando entre el café, el croissant y la merienda para provocar reacciones, tan sanas ellas, como la risa o la ira y la identificación o el rechazo. O esa cosa tan celtibérica que consiste en pensar y hasta en soltar: ¡coño, si esto es lo que yo decía!, aun sin haberlo dicho nunca, claro. Y es que, a lo mejor, convertir en evidencias asuntos que no lo eran es el secreto del Icue articulista. Para aquellos que, por lo que sea -el llorar de los niños, la visita de los suegros, la llamada impertinente o tal y cual compromiso dolorosamente de media semana o dominical- no gocen de tiempo y condición para el salvífico Icue de cada siete días o para quienes sientan irrefrenable afición por las compilaciones que sepan que el volumen de la hemeroteca comienza a reunir, desde ya, poco a poco y despacito parte de su producción de los dos últimos años.
Sabemos, somos los padres de la cosa, que damos la sensación de que nuestros artículos tratan del sentido común, o más bien de su pérdida. Claro que, si tratando cosas de fútbol y de nuestro FC Cartagena, abundara ese sentido común, a lo peor se quedaba usted sin muchos temas...Es que estamos en una época en la cual, los que escribimos artículos del costumbrismo futbolero, perdemos demasiado tiempo en decir cosas que nos parecen obvias, de cajón. Y eso hasta no da una sensación de pérdida de tiempo. Qué época más mala. Claro que a muchos les parecerá lo contrario, que la época está muy bien y que el imbécil somos el Icue y el articulista. Además, claro, a veces, dicen,se repiten.
Si todos ustedes, seguro que más de uno lo ha hecho, tienen guardada la cosecha de estos dos años, tendrán conciencia de que toda ha sido distinta y que jamás nos hemos repetido, ni en tiempos de bonanza ni en días de tormenta. Sepan que si el Icue tuviese conciencia de haber hablado, repitiéndose, de un tema, les pediría disculpas. Nuestra norma ha sido y es no repetirnos. Hemos procurado no cansar. Aunque somos conscientes que, a estas alturas, habrá algún lector cansado de leernos dos veces por semana desde hace dos años. Pero bueno, parece que hay gente a la que no le importa.
De igual manera intentamos que algunos escritos sean de un tono distinto al predominante, no todo puede ser indignación, crítica o complacencia; así que los ha habido y habrá irónicos, anecdóticos, con picante guindilla, que atañan más a los que mandan que a los que juegan…y nos hemos dado cuenta de que son esos los que hacen gracia.Hemos procurado no estar siempre cabreados, intentando que hasta en los artículos en los que nos mostramos más indignados haya alguna broma, exageración o disparate. Si uno no exagera, no se divierte.
Conocemos que éste de ahora no parece el momento más idóneo para entender la ironía, la boutade o la exageración. No, y cada vez menos. Lo cual es una cosa rara y preocupante y hasta un síntoma más de cierta decadencia general. Hace 30 años, soy muy mayor, uno no tenía que tener cuidado cuando hablaba con ironía, porque se daba por descontado que la gente la entendía. Decir una cosa queriendo decir la contraria es una manera propia de la lengua española. Esto, ahora, no siempre se pilla y cuando se pilla lo predican como si fuesen los acusicas del colegio.
Querido Icue, sin pretenderlo o pretendiéndolo hemos llegado a la semana del Día D, día dieciséis de noviembre. Cuando hace dos años un amigo y servidor de ustedes, desde las montañas riojanas, en concreto desde Laguna de Cameros, un precioso pueblecito a 1.500 metros de altitud desde donde seguimos todos los detalles del Cartagena-Nastic, en el Tele Club del pueblo y a nada menos que cuatro grados bajo cero, mandamos nuestra primera colaboración al único diario digital deportivo existente en la Ciudad Portuaria, supuso para nosotros, bien lo sabes fiel Icue, una inmensa satisfacción difícil de explicárselo, ¿recuerdas? Era el año, la temporada del jogo bonito.
Icue, hasta la semana que viene, si Dios quiere, un ruego te mando: que nadie busque aquí la confrontación. Hay que mirar hacia el futuro. Si alguien quiere confrontar, que se peleen entre ellos.
Pedro-Roberto J.P.En un “Rincón para Doce”.Dies 11/16: Ante diem sextum decimumKalendas Decembres.
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