martes. 23.04.2024

El Icue y… los espantajos de arenisca

¿Qué pajarito le susurró ese vahído al Paloma, qué pitonisa le predijo esa realidad, con quién habló el presidente para llegar, con dos días de antelación, a soltar ese sinsentido de resultado fracasado? ¡Por favor Presidente, adelántenos qué sucederá mañana o el treinta de junio! ¡Hágalo y aquí paz y...
¿Qué pajarito le susurró ese vahído al Paloma, qué pitonisa le predijo esa realidad, con quién habló el presidente para llegar, con dos días de antelación, a soltar ese sinsentido de resultado fracasado? ¡Por favor Presidente, adelántenos qué sucederá mañana o el treinta de junio! ¡Hágalo y aquí paz y después gloria!
Dicen que vino de Mazarrón para no poder sentarse en el banquillo del Cartagonova,  y ha sido verdad. ¿Y entonces, querido Icue, para qué vino? Hay llegadas primerizas con presagio de felicidad, pero no, ésta ha sido de tragedia. El aterrizaje forzoso del señor Campos, él no tiene la culpa y sí aquellos que lo recibieron como un cometa-salvador caído del otro mundo, fue producto de una deslumbrante necedad e inoportuna y delirante sin sazón. Y así le ha ido a este querido FC Cartagena. En general, y no me cansaré de decirlo, su contratación fue una decisión caprichosa de ese deslenguado de presidente que, a veces, tiene un pico tan largo como el de las cigüeñas y hasta sus palabras: “Yo doy ya la eliminatoria por superada”, se le pegan en la lengua como sanguijuelas porque portan, en la mayoría de los casos, mucho de apariencia y demasiado de hojarasca.
El FC Cartagena, no ha podido vencer y ha sido eliminado, ¡qué obviedad!, por ese equipo simpático, sufridor y trabajado que es el Caudal de la zona minera asturiana. El FC Cartagena ha presentado síntomas de ser un barco a la deriva, sin conocer la ruta que le condujera a puerto, porque ni siquiera tenían a qué puerto arribar. Esta tarde han picoteado con un fútbol que quiso ser y no fue. Intentaron jugar a un fútbol campurriano y se deshicieron, para ser engullidos por ese Caudal, como esas galletas propias de la zona del alto Campó que son tan rústicas que solo sirven para acompañar a un buen café. El de hoy en el Cartagonova no ha sido un buen partido y sí una malísima eliminatoria que da para pensar cómo amanecerá, futbolísticamente hablando, mañana.
El juego de esta tarde ha sido como si el equipo intentara construir monigotes de arenisca. Ha sido un conjunto erosionado como si el señor Campos no pudiese insuflar a sus jugadores lo calcáreo de esas figuras situadas en las primeras estribaciones de la Sierra de las Moreras y cercanas a  la playa de Bolnuevo, excavadas por la lluvia y el viento en los picos de piedra arenisca.
El Efesé ha tenido esta tarde ocasión de zamparse a los de Mieres como el Icue se zampa de vez en cuando ese exquisito arroz con boquerones que se sirven en los merenderos playeros. No ha sido así, todos lo hemos visto. Este Cartagena se ha parecido más al casco de esa embarcación fenicia del siglo VII antes de Cristo, hundida en el mar, junto a la playa de la Isla. A este Cartagena le ha faltado garum, esa salsa de pescado tan apreciada por la cocina romana, que tampoco aportó el almazarronero. Tampoco tuvo alumbre y todo se volvió de ese color amarillo verdoso de los sulfatos y rojo de los almagres. Y el equipo quedó petrificado como resultado de esas ventoleras, vaivenes presidenciales, que fueron a lo largo de la temporada escultores de siluetas fungiformes formadas por partículas de arena arrastradas y debidas a las corrientes de aire marino.
Y aquí queda el Icue, esperando la decisión del Paloma, decisión que tomará, estoy seguro, dependiendo de dónde sople el viento, sí, sí de ese viento lebeche, para iniciar una nueva singladura en solitario, junto al proyecto ideado por no sé yo quién. Pero me temo que el escenario seguirá tan desordenado, que tiene atribulado a la efesemanía, que  hasta el Icue tiene la impresión de que en cualquier momento este equipo puede ser dejado sin timón por incapacidad o a la fuerza por la violencia de la mar. Ni siquiera sé si el Efesé tiene futuro en estas condiciones. Así es la vida.
 
El viaje del FC Cartagena para seguir manteniéndose en la 2ª B será un extraño viaje. Esto puede sonar a risa ácida, negra, desesperanzadora y hasta esperpéntica, capaz de cortar en transversal a la efesemanía como si se tratara de un rancio embuchado de malos humores.
 
El FC Cartagena, querido Icue, quiéranlo o no los que dicen tener un amor eterno a este bendito club, ha sido esta tarde un espantajo, un equipo estrafalario, de mucha apariencia y poco valor. ¡Ay, ay, ay!
 
Pedro-Roberto J.P. En un “Rincón para Doce. Dies 6/2: ante diem quartum Nonas Iunias. Nº 290.

http://lamedusapaca.blogspot.com.


El Icue y… los espantajos de arenisca
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