miércoles. 24.04.2024

El Icue y…él sabe, por el humo, dónde está el fuego

Ya sabes querido Icue que el título de hoy no es muy original, pertenece a la romanza de una zarzuela, la más representada en España, Doña Francisquita. Aun siendo prestada y perteneciendo ya al acervo del refranero español me sirve, prestada, para utilizarla como elemento lingüístico explicativo de casi o...

Ya sabes querido Icue que el título de hoy no es muy original, pertenece a la romanza de una zarzuela, la más representada en España, Doña Francisquita.

Aun siendo prestada y perteneciendo ya al acervo del refranero español me sirve, prestada, para utilizarla como elemento lingüístico explicativo de casi o todo lo que rodea al mundo complejo del primer y más importante enseña de esta querida ciudad.

En el complejo mundo del fútbol cartagenerista hay mucho humo, tanto como ruido, y pocas nueces. Las cosas no están dentro del FC Cartagena como para tirar cohetes, es pues por el reguero del humo del cohete por donde el Icue sabe dónde está el fuego.

Ya sabes, amigo Icue, que el humo es una metáfora, muy oportuna, para hablar de cosas e ideas que nos venden sin ser necesarias.

¡Ah, qué descansada vida la del que huye del mundanal ruido! Esto es lo que le pasa a nuestro Cartagena y a su presidente, tiene miedo, mucho miedo. Ahí lo tienes, querido Icue, de nuevo encerrado con caparazón de siete candados en su gruta platónico- babiana, tan cercana a Villafeliz, como si nada hubiera pasado, esté pasando o pueda pasar.

No sé si está feliz porque se le están cerrando las puertas de los almacenes de las piezas de repuesto a reponer o porque tal y como están sus arcas está poniéndose contento de no esquilmarlas. Una recomendación: es mejor funcionar con las piezas que tenemos que salir al mercado y comprar de segunda mano y en la mayoría de los casos oxidadas.

Yo, de todos modos, estando en la semana que estamos, me encomendaría a la estampita de Santa Radegunda de Poitiers para los arrebatos en fichajes y ceses que le puedan entrar a D. Francisco Gómez, para protegernos de sus efluvios contractuales.

Ya sé, amigo, que D. Francisco Gómez, inteligente él, ha pensado lo mejor para estos días: refugiarse en su Villafeliz y dejar delante de su casa todo lo que le atormenta para que los Reyes Magos, si acuden en fecha, se lo lleven.

Son días de estar en familia, de charlar entre risas, de darse un homenaje en la mesa, de descubrir nuevos destinos y de descansar acurrucado junto a una chimenea mientras ve cómo cae la nieve, allá donde caiga.

¡Icue, qué suenen los villancicos, qué retumben las panderetas y qué brillen las luces de colores...! No importa que el frío apriete y deje congelado a nuestro Cartagena. ¡Presidente, quede tranquilo! ya vendrá la hora de salir de casa y hacer una pequeña escapada en busca y captura del famoso centrocampista, goleador, o equipo entero y también de un liquidador de todo lo que sobra, incluidos todos aquellos asesores que le desaconsejan dorándole el oído al decirle todas aquellas cosas que usted desea escuchar.  Sí, sí, ¡a tranquilizarse y refugiarse en su espíritu navideño!

Me comenta el Icue que para toparse con el barrendero y con el organizador no hay que cruzar fronteras ni ir demasiado lejos, basta cruzar el puente de La Rambla: El Cartagonova irradia Navidad por los cuatro costados y ofrece un amplio abanico de propuestas deportivas,  ocio y entretenimiento para todos los abonados y también para todos aquellos que no lo son y que son más, como usted sabe, porque lo ha notado en su cartera.

Cada decisión que tome y cada noticia con la que nos alegre estos días, seguro va a sorprender a propios y extraños. No es para menos, pues millones de luces eficientes, al ser Navidad, engalanan a nuestro, suyo, vuestro Cartagena.

Seguro que después del descanso y cogidos de la mano, de no sé quién, llegarán esos arietes de dos pisos  y esos mediocampistas machotes, como vigas de hormigón y con sincronizado ordenador en los borceguíes y esos carrileros de ida y vuelta hacia cualquier parte. 

Volviendo a lo del humo y el fuego, como tú, Icue, muy bien sabes, son palabras con innumerables significados y muy utilizadas en nuestras conversaciones cotidianas al hablar en estos días del Efesé. Anda que no están quemados muchos, que dicen llamarse “cartageneristas” que se van de “la mui” y luego les salen las cosas como les salen. Lo del ruido y las pocas nueces también tiene muchas aplicaciones en el argot deportivo cartagenerista.

“Para esta temporada (se comentaba en verano) tengo el proyecto (creía que los proyectos era cosa de ingenieros y arquitectos) de confeccionar una plantilla de las que nos asciendan hasta las nubes de La Primera”. Claro que eso lo dijo el que siempre lo dice y, como han comprobado, solo quedó en el dicho.

Las cosas, dentro del mundo futbolístico cartagenero, no están como para tirar cohetes, en el sentido figurado de alegría y fiesta o en otro que ustedes deseen añadirle. Sí, para hacer señales de humo al estilo de los indios americanos pidiendo ayuda reforzada desde la lejanía.
Este ha sido y es el drama del Cartagena: su quijotesca idea del fútbol de antaño ya no cautiva hogaño.

Será este su destino de bronce en la historia. Mola poco ¿verdad? Si hay algo que comentar durante las fiestas aquí estaremos, de lo contrario el Icue descansará. Feliz Navidad.
Pedro-Roberto J.P. En un “Rincón para Doce”. Dies 12/14: Ante diem duodecimum Kalendas Ianuarias.

http://lamedusapaca.blogspot.com En Twitter: @Logrocartg.


El Icue y…él sabe, por el humo, dónde está el fuego
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