3 de enero de 2010, 1:00
Imagino también que seréis sabios y daréis ‘tirones de orejas’ a todo aquel que no lo esté haciendo bien…, para señalarles el camino, al igual que una estrella mágica os guió a vosotros hasta Belén, por eso me atrevo a hacer públicos mis deseos balompédicos.
Hay dos equipos de fútbol en la Región de Murcia que militan en la Segunda División. Dicen que las alegrías y las penas van por barrios y en este caso vuelve a cumplirse, pocas veces ambos conjuntos han paseado sus alegrías a la vez, sus penas quizá en más ocasiones. En la actualidad el equipo más joven, el que logró el ascenso hace seis meses luce glorioso sus victorias, y su cosecha de puntos es rica en abundancia. Sus números hablan de un nuevo ascenso, si bien aún falta mucho.
Para este equipo te pido equilibrio, con que mantenga la dinámica que arrastra será más que suficiente para volver a pasear sus alardes a la vera del submarino; si me gustaría pedir algo para su afición, que aunque volcada, aún no ha llenado el estadio Cartagonova y esto es imperdonable para un equipo que está dando mucho más de lo que todos pensaban hace medio año. Dulces para los hombres de Juan Ignacio y un poquito de carbón para todos aquellos cartageneros que todavía no se han acercado a ver al equipo de su ciudad.
A este lado del Puerto vive el otro equipo, de alegres colores viste, pero triste camina en un año complicado. Ni sus victorias empachan y por ende su cosecha de puntos es pírrica. El objetivo del equipo murcianista es salvar la categoría y su lucha será titánica en cada uno de los campos que visite y ante cada uno de los adversarios que reciba. Tampoco nadie hubiera dicho hace seis meses que el Real Murcia iba a estar a estas alturas de temporada en posiciones tan bajas, pero para los grana queda mucho tiempo para tratar de enmendar lo que tan mal acabó en 2009.
Carbón para ellos, del dulce, sólo espero que les sirva de acicate para levantar el vuelo; sin embargo para la legión de seguidores que les acompaña quiero que traigáis todo lo que os solicitan, que llenéis muchas cajas de alegría, de sonrisas, de sueños que se cumplen, de promesas que también, de entusiasmo y de paciencia porque la van a necesitar.
Queridos Reyes Magos, espero no haber sido osada, no haber pedido ni de más, ni de menos para nadie. Estamos estrenando el año y uno de mis propósitos es ser justa con todo el mundo, aunque a mi me siga doliendo más la vida futbolística a este lado del Puerto que la que se respira junto al Mediterráneo.
PD: ¡Feliz 2010 para todos!
Hay dos equipos de fútbol en la Región de Murcia que militan en la Segunda División. Dicen que las alegrías y las penas van por barrios y en este caso vuelve a cumplirse, pocas veces ambos conjuntos han paseado sus alegrías a la vez, sus penas quizá en más ocasiones. En la actualidad el equipo más joven, el que logró el ascenso hace seis meses luce glorioso sus victorias, y su cosecha de puntos es rica en abundancia. Sus números hablan de un nuevo ascenso, si bien aún falta mucho.
Para este equipo te pido equilibrio, con que mantenga la dinámica que arrastra será más que suficiente para volver a pasear sus alardes a la vera del submarino; si me gustaría pedir algo para su afición, que aunque volcada, aún no ha llenado el estadio Cartagonova y esto es imperdonable para un equipo que está dando mucho más de lo que todos pensaban hace medio año. Dulces para los hombres de Juan Ignacio y un poquito de carbón para todos aquellos cartageneros que todavía no se han acercado a ver al equipo de su ciudad.
A este lado del Puerto vive el otro equipo, de alegres colores viste, pero triste camina en un año complicado. Ni sus victorias empachan y por ende su cosecha de puntos es pírrica. El objetivo del equipo murcianista es salvar la categoría y su lucha será titánica en cada uno de los campos que visite y ante cada uno de los adversarios que reciba. Tampoco nadie hubiera dicho hace seis meses que el Real Murcia iba a estar a estas alturas de temporada en posiciones tan bajas, pero para los grana queda mucho tiempo para tratar de enmendar lo que tan mal acabó en 2009.
Carbón para ellos, del dulce, sólo espero que les sirva de acicate para levantar el vuelo; sin embargo para la legión de seguidores que les acompaña quiero que traigáis todo lo que os solicitan, que llenéis muchas cajas de alegría, de sonrisas, de sueños que se cumplen, de promesas que también, de entusiasmo y de paciencia porque la van a necesitar.
Queridos Reyes Magos, espero no haber sido osada, no haber pedido ni de más, ni de menos para nadie. Estamos estrenando el año y uno de mis propósitos es ser justa con todo el mundo, aunque a mi me siga doliendo más la vida futbolística a este lado del Puerto que la que se respira junto al Mediterráneo.
PD: ¡Feliz 2010 para todos!
