sábado. 20.04.2024

Menuda herencia la de Pepe Cabezos

El ‘premio’ que le ha dado la alcaldesa Pilar Barreiro a su amigo Pepe Cabezos por la ‘brillante’ labor realizada al frente de la concejalía de Deportes en poco menos de año y medio ha sido el de ascenderle a la portavocía del Gobierno Municipal y fabricarle un cargo hecho...
El ‘premio’ que le ha dado la alcaldesa Pilar Barreiro a su amigo Pepe Cabezos por la ‘brillante’ labor realizada al frente de la concejalía de Deportes en poco menos de año y medio ha sido el de ascenderle a la portavocía del Gobierno Municipal y fabricarle un cargo hecho a su medida. Así de claro. El enchufismo y el amiguismo hecho realidad. Le libra (la alcaldesa) de seguir expuesto a la crítica y lo mete en una urna que parece más bien su último servicio al ayuntamiento antes de que empiecen a prepararle la huida hacia cualquier ‘cementerio de elefantes’ para seguir haciendo de la política una profesión. De momento ya es directivo en la ejecutiva del PP. Apañados van.

El paso de Pepe Cabezos por el deporte de Cartagena ha sido un mal trago que no ha habido más remedio que digerir. Llegó sin hacer mucho ruido, como una mosquita muerta. Pero pronto quedaron al descubierto sus dos grandes objetivos: cargarse de un plumazo el Patronato Municipal de Deportes y, de paso, la figura de su director, Eduardo Armada y todo lo que oliera al anterior concejal, Alonso Gómez López, del que no perdió ocasión para criticarle. En público o en privado. Daba lo mismo.

Llegó al cargo con prepotencia, diciendo que las críticas le resbalaban. ¡Ja! Tururú. Mira como me parto de risa. Las críticas precisamente son las que han podido con él después de la peor gestión deportiva que se recuerda de un concejal de Deportes en muchos años. Sus primeros días los pasó llorando por los 900 euros que le habían quitado de su nómina de concejal, ésa era su mayor preocupación.
 
Pocas cosas son las que ha logrado concluir. La lista de gestiones inacabadas es tal que se hace difícil entender como su jefa más directa puede seguir confiando en un político de este calibre. Ha sido despectivo hasta decir basta para arrepentirse después (le ocurrió con los del Dolorense, con quienes tuvo que rectificar a posteriori), ha dejado sin césped artificial al propio Dolorense, no ha meneado un solo papel del proyecto pendiente con el Mundial 82 para que la Federación Murciana ponga en marcha su Plan.
 
Tampoco ha sido capaz de entregar las obras ya terminadas del Miniestadio del CD Mediterráneo, cambió la hora de la clausura de la Liga Local de Fútbol a su propia comodidad, redujo o eliminó las ayudas a muchos de los clubes cartageneros, ha sido soberbio hasta decir basta, la inmensa mayoría de los trabajadores de la concejalía se encontraban a disgusto con él. Y por si era poco, lo que él estaba dispuesto a solventar “al precio que fuera” como era el reanudar las obras del Palacio de Deportes ha sido incapaz de que se moviera un solo ladrillo en el casi año y medio de gestión. Los de Ciudad Jardín, Alumbres y Santa Ana puede dar gracias por la suerte que han tenido. En fin, una larga y hermosa herencia. Como hacen los buenos políticos.

Muchos trabajadores de su hasta este martes concejalía de Deportes aplaudieron cuando se conoció la noticia y los hubo quienes llegaron a brindar. Con cava o con agua. Pero hicieron chim-chim por la huida hacia delante de este Pepe Cabezos que ha sido lo más parecido al caballo de Atila, arrasando cuanto ha encontrado a su paso. El deporte de Cartagena no tiene nada que agradecerle. Menuda herencia nos ha dejado. Me cuentan que le van a poner una alfombra roja para el día que vaya a recoger sus cosas en su despacho del Pabellón. Él estará contento pero ¡anda que los demás...¡

Menuda herencia la de Pepe Cabezos
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