viernes. 29.03.2024

¿Por qué no vuelve Víctor Fernández?

Esta mañana de martes 31, sabiendo que el plazo del mercado de invierno para contratar jugadores acaba en cuestión de horas, he resuelto analizar con frialdad la situación del dorsal 21 del Leganés, anteriormente del Cartagena. Será probablemente la última vez que escriba acerca de Víctor con la intensidad que...
Esta mañana de martes 31, sabiendo que el plazo del mercado de invierno para contratar jugadores acaba en cuestión de horas, he resuelto analizar con frialdad la situación del dorsal 21 del Leganés, anteriormente del Cartagena. Será probablemente la última vez que escriba acerca de Víctor con la intensidad que normalmente debe llevar un comentario más o menos de actualidad. Y éste lo es de actualidad a quemarropa porque esta noche, a las 12, la hora de Cenicienta o la hora bruja, se cierran las compuertas del equipo albinegro para uno de los futbolistas más carismáticos de la historia que yo he conocido desde 1953 cuando iba al Almarjal con pantalón bombacho y José Luis Yagüe era el portero de los de casa.

Tengo un nietecico seguidor del equipo de su tierra,que se pintó la cara con rayas blancas y negras la noche del ascenso en Alcoy en la multitudinaria celebración del Submarino Peral, y al que en su día se le compró una camiseta blanquinegra con el dorsal 21. El mismo chiquillo me ha preguntado desde hace más de un mes una repetida interrogante: ¿Cuándo viene Víctor? El chico se cree que yo lo sé todo, creo que me sobrevalora, y la verdad es que he sentido tener que decirle: “Todavía no viene”. Más adelante le he tenido que decir: “Es difícil que venga Víctor”. Hoy tendría que decirle que Víctor se queda en Leganés.

La próxima vez tendré que advertirle al joven aficionado que la historia del FC Cartagena no empieza ni termina en Víctor, aunque él no me crea. El chiquillo aún recuerda aquel golazo en parábola del 21 a Barbosa, el portero del Las Palmas, y otros pasajes brillantes de un futbolista que engancha a la afición. Pero a mi nietecico tendré que decirle que esté pendiente de Héctor Font, Raimondi y Braulio, que son con los demás compañeros los que tienen que sacar las castañas del fuego.

Hay que comprender la decepción que en la masa social ha significado la frustrada vuelta de Víctor. Un vistazo a los foros habilitados por Sportcartagena da idea del interés suscitado por el pequeño gran jugador, con miles de mensajes en gran mayoría de esperanza. Las redes sociales también han  dado cancha a la situación. Periodistas, aficionados, vecinos, amigos, compañeros, todos han tuiteado con Víctor en la misma línea. Advierto que yo no he contactado con Víctor, lo cual no quiere decir nada en contra de los entusiastas que lo hicieron.

Yo también, como amante del fútbol de muchos quilates, me acuerdo de Víctor, pero a lo hecho pecho, el curso de los ríos es algo que no podemos cambiar para bien o para mal y en esta historia se han dado connotaciones que evidencian la conjunción  de una serie de factores que han desembocado en el hecho de que el retorno del futbolista deseado no se haya culminado. Pero el tema merece un análisis que en todo caso es mío, compatible o no con el de otras personas.

Pegunto. ¿Ha querido de verdad el Cartagena que viniese de nuevo Víctor?
Oficialmente, sí. En esta etapa de Carlos Ríos, no hay duda que sí. Pedro Reverte también se ha mostrado partidario y lo han dicho por activa y por pasiva. ¿Y la postura del presidente? Como suele suceder, desconcertando y a veces con contradicciones. Últimamente parece que desprecia al jugador con expresiones hechas públicas, pero de manera oficial esa manera de expresarse no sintoniza con el criterio de los que más saben, porque es su profesión. En el Cartagena se sabía que podría ser un revulsivo para la grada y probablemente para el equipo. Pero no ha querido desembolsar alrededor de 100.000 euros extras.

Pregunto. ¿Por qué el Leganés ha puesto trabas a la operación?
Supongo que por un interés meramente mercantil y porque en lo deportivo Víctor no deja de ser un futbolista muy importante en Butarque. Acabo de ver un documento videográfico, de la página del Leganés, que corresponde al último partido en casa contra el Marino de Luanco (2-1) y no dudo que el dorsal 21 tiene un fuerte compromiso con aquella afición y con ese equipo. He visto en esos 9 minutos de video dar a Víctor unos pases magistrales y marcar un gol de cabeza como los maestros del balón. Yo no sé si Víctor estará en gran forma de juego, pero lo parece. El Leganés no ha estado por la labor y estaba en su papel.

Y pregunto. ¿Hasta qué punto ha querido Víctor retornar al Cartagena?
Este es un punto que solo saben la propia persona y los que han estado en  las intimidades de las gestiones. Yo aquí soy un mero observador, pero intuyo que el cariño que se le tiene en Cartagena al jugador es recíproco. Sin duda. Víctor, admirado, seguido y mimado por la afición habría querido retornar pero sospecho que ha estado en su interior un tanto defraudado porque el club pretendiente no ha gastado el dinero que el Leganés reclamaba, al margen la herida moral de unas declaraciones de Paco Gómez con acento despreciativo.

Pero, ¿ha puesto Víctor todo lo posible de su parte para volver al Cartagonova? Y cuando pregunto de esta manera incluyo la posibilidad de que el propio jugador haya pedido al Leganés que no fuese inflexible en este punto. Yo no lo sé. Es un punto polémico en esta historia abierta a la interpretación. Como siempre, al final todo se sabrá. Nos hemos quedado sin el bonito espectáculo de un estadio recibiendo a un Víctor feliz por una operación retorno que ha quedado en agua de borrajas.  También ha influido el cariño que se le profesa en la ciudad madrileña.

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