viernes. 29.03.2024

De Paco Gómez no me fío

   GUILLERMO JIMÉNEZ  @GuillermoXim  Ya debemos de estar curados de espantos en materia de vaivenes y curvas peligrosas a esquivar en el fútbol de Cartagena. Pero no. Siempre llega retador un "más difícil todavía". Es difícil, casi imposible detectar los giros que puede dar la gobernabilidad del club que cambia y cambia...

 GUILLERMO JIMÉNEZ  @GuillermoXim 

Ya debemos de estar curados de espantos en materia de vaivenes y curvas peligrosas a esquivar en el fútbol de Cartagena. Pero no. Siempre llega retador un "más difícil todavía". Es difícil, casi imposible detectar los giros que puede dar la gobernabilidad del club que cambia y cambia como el Ibex-35 que tanto ocupa y preocupa en los medios financieros.

 Ahora parece que nuestro admirado Paco Belmonte, con todos los méritos acumulados al impedir la caída del equipo en el pozo, que parecía inevitable, luchando hasta donde no está en los escritos, se alía con el diablo como fórmula de salvación de la entidad, al margen los laberintos de crear por la puerta de atrás un nuevo club.
 
¿Quién es el diablo con el que se desprende puede aliarse Belmonte? Naturalmente, para mí y creo que para buen número de aficionados y con todos  los respetos, Francisco Gómez Hernández, coloquialmente Paco Gómez o más en sintonía con el vulgo, 'El Paloma'.
 
Hago una advertencia: no me gustó (en absoluto) aquel grito  de "¡¡Paco, márchate!! que brotó en aquel  encuentro de play off que marcaba una frustración más en la historia del fútbol de aquí. Es desagradable, lo fue para la persona que más dinero ha depositado en el fútbol de Cartagena en todos los tiempos, tener que escuchar esos gritos de reprobación hasta pedirle su marcha. 
 
Pero es que Paco Gómez lo hizo tan mal que la grada saltó de enojo, explotó y eso también se comprende. Desde entonces el empresario que se hizo a sí mismo trabajando de peón en Suiza, que hizo la mili de cocinero en la base de Submarinos de Cartagena, y que se transformó en millonario construyendo a porrillo campos de golf y urbanizaciones para Invercón, su próspera empresa, de las primeras en el ranking valenciano, miren por dónde derribó el imperio que levantó en el estadio Cartagonova, ilusionando a la afición en tiempos prósperos en los que se rozó el ascenso a Primera División, con JIM en el puesto de entrenador, pero sin dejar, el de Jacarilla, de ir coleccionando despropósitos a mansalva.
 
Coloco aquí varios botones como muestra de esa hilarante forma de actuar, desconcertante hasta el máximo, de Paco Gómez donde en su emisora preferida (Onda Regional de Murcia), como la 'Pirenaica' en tiempos de Franco pero sin clandestinidad, salvando las distancias, vertió durante años sus palabras proclives al disparate, casi siempre desprovistas de coherencia. 1) Maltratar al dios Víctor Fernández fue un error, al que echó ya en la etapa de Quirantes en la dirección deportiva. 2) Expulsar caprichosamente al portero andaluz René, quien solo jugó el primer partido de Liga ante el Albacete. 3) La destitución exprés del entrenador Pacheta, otro error de volumen, simplemente porque el Cartagena acabó la Liga sin ser campeón. 4) Organizar una SAD para él solo fue un disparate de libro en la estrategia, de espaldas al pueblo. 5) Hacer desaparecer de un plumazo aquel equipo Cartagena/La Unión (2009-2011) de Casimiro Torres de entrenador que era un trabajo de futuro con una estructura de las bases ya formada.
 
A este comportamiento que podría enmarcarse en la actitud de cacique, para muchos gracioso, nos acostumbramos todos hasta que se marchó del FC Cartagena dando un portazo y con el cierre del grifo de los euros, remachado/rematado por la nunca bien explicada venta del club a Sporto, que fue tanto como salir de Guatemala como ir a Guatepeor.
 
Pero este jueves 18 de junio de 2015 la radio 'Pirenaica' (tómese como una frivolidad mía, no menosprecio a la emisora autonómica y su gente profesional) suelta las presuntas intenciones de retornar al FC Cartagena, de donde salió echando pestes, para ayudar ahora a Paco Belmonte cuando la alargada sombra de Quique Pina está presente como alternativa para salvar al club por otra vía a través de los hermanos Cordero.
 
Me resisto a referir el final de esta película en la que Paco Gómez  parece volver a la escena, porque está comprobado que tratándose del Cartagena cualquier cosa puede suceder, por extraña que parezca.
 
Mis temores se centran en que el retorno de 'El Paloma' a la conducción del club llegue a anular las estrategias iniciales de Belmonte y su grupo, borrando o desvirtuando las iniciativas con la vuelta al disparatado 'ordeno y mando' del de Jacarilla, aunque esta vez fuese con mando a distancia. No lo quiero ni pensar.
 
Abiertamente y sin rodeos, del Paco Gómez conservando su actitud anterior y forma de ser en materia de regir un club de fútbol, yo no me fío un pelo.

De Paco Gómez no me fío
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