Un artículo de opinión de CARLOS SÁNCHEZ (@charlidsg)
Había dos opciones a las que agarrarse para afrontar los objetivos de la temporada. Una, la habitual, pensando solamente en clave deportiva, deseando que el equipo se enganchara lo más arriba posible para poder pelear el ascenso ya este mismo año. La otra, algo en desuso en Cartagena, establecía los objetivos en el campo de lo institucional, dejando los asuntos futbolísticos en un segundo plano. Bastaba con que no se sufriera demasiado y conseguir que el club tomara oxígeno. Esta última opción ha sido mi manera de encarar la presente temporada, porque el Cartagena nunca jamás había tenido un trabajo eficiente de despacho. O, al menos, no tan eficiente como hasta ahora.
En ese sentido, este pasado 22-F se ha ganado el partido que había que ganar, sí o sí, esta temporada. La aprobación del convenio de acreedores supone un tremendo balón de oxígeno para la entidad, que puede encarar a partir de ahora las próximas temporadas con mayor tranquilidad. Acostumbrados como estamos en Cartagena a vivir en el sobresalto continuo, establecer las bases y los cimientos de un proyecto a medio plazo era algo que parecía demasiado lejano. Por fin alejarnos del 'cortoplacismo' y situarnos con capacidad de proyectar lo que deseamos del club prolongando la mirada un par de años más allá.
Al acabar la temporada habremos visto como se ha recaudado una cifra récord de patrocinios, se ha asegurado la viabilidad con el convenio de acreedores y, si no pasa nada que desvíe el tiro, se habrán establecido la fundación del FC Cartagena y un proyecto de fútbol base con una instalación para ello. Aunque en lo deportivo las cosas no vayan todo lo bien que deseamos, la prioridad de reavivar a un enfermo terminal y ponerlo a caminar estará más que conseguida.
Eso sí, no hay que olvidar que el FC Cartagena es una empresa, pero que se dedica al negocio del fútbol. Una vez conseguida la estabilización, para la próxima temporada habrá que subir el nivel de exigencia. Desde ya digo que, dentro de las posibilidades económicas (no hay que repetir errores del pasado), el objetivo para el año que viene debe ser pelear por el ascenso. Estar entre los cuatro primeros y que pase lo que tenga que pasar después, pero lucharlo hasta el final. Porque gracias al trabajo de este año el club estará en condiciones de optar a ello la próxima temporada.
