11 de septiembre de 2012, 11:58
Lo sigo desde hace tiempo, he coincidido con él en algún programa de radio, le he visto siempre muy decidido y entusiasta, apenas lo conozco de cerca y mucho de lejos porque estoy al tanto de lo que hace. Trabaja bastante por el FC, ha cohesionado las peñas y ahí están sin haberse venido abajo por el desastre 2011-2012. Pencho Angosto y los suyos, que son bastantes –mi admiración para todos y para cualquiera que trabaje por Cartagena, donde sea- presentaron una política de estrategia y precios para esta temporada aceptada inteligentemente por el club y tenemos más socios que nunca en la maldita e infernal 2ª B, que habrá que quererla para dejarla cuanto antes. No digo que él y sus peñistas hayan conseguido solos un número de socios que, cuando menos, es aceptable y el mayor –con diferencia- en nuestra historia en esta categoría, pero han contribuído.
Por otra parte, han sido pieza fundamental en la confirmación de la efesemanía, por su constancia, su cariño al club, su apoyo constante en los viajes, su posición animadora a la panda infecta de la temporada anterior para ver si cambiaba y nos sacaba del descenso. Política inteligente que vale muchas veces pero que el grupo indecente hizo trizas. El caso es que con estas cifras de socios somos sin discusión uno de los 5 ó 6 equipos más importantes de la 2ª B.
Parte de la efesemanía es suya, movimiento desconocido en Cartagena hasta el último ascenso. Igual que parte de la efesemanía pertenece a este periódico, que ha servido de altavoz y casa para agrupar a los que antes se derrumbaban por las adversidades. Tienen un órgano para expresar su opinión y estar unidos, aunque discrepantes. Algo fundamental. No olviden el tópico (que es verdad) de que la unión hace la fuerza.
El caso es que miro asombrado y contentísimo que la efesemanía se ha quitado la tristeza del petardazo anterior y se ha puesto a trabajar para reconquistar lo que se perdió. Y ve claro que tiene que ser en el mínimo tiempo posible y que ese es nuestro sitio como poco.
Nuestra afición, que en esta categoría atrae más gente a su estadio que muchos equipos de 2ªA, se merece mucho más estar ahí que muchos. Mantenerse es un verdadero milagro para ellos. No voy a decir nombres, ¿para qué?, pero no es de recibo que Cádiz, Tenerife, Albacete, Cartagena, Oviedo, Alavés y alguno más estén en el infierno cuando otros sin campo, presupuesto, plantilla, afición, socios e historia estén ocupando esos lugares privilegiados. Por eso hay que apretar y meternos otra vez.
Pero la admiración por Pencho Angosto y los suyos ha crecido considerablemente en mí: su nueva e importantísima misión y demostración de cartagenerismo dan alas a este artículo. Ir por toda la Comarca (campo de Cartagena y costa) para ir sumando socios, para los que son de los nuestros y están tan cerca apoyen a este equipo y lo hagan suyo. Si tienen éxito, y lo van a tener con esa garra que le echan, la consolidación del club se agrandará sorprendentemente.
Es cuestión de tiempo, de no impacientarse y de volver a la carga una y otra vez. Tenemos dos ejemplos: San Sebastián y Pamplona. Sin sus alrededores ni Real Sociedad ni Osasuna serían ni de lejos lo que son. Comparen número de habitantes con nosotros. Por eso están en Primera tanto tiempo. Tienen las dos vías : la afición de la ciudad (que no deserta en parte como aquí) y los incondicionales de tantos pueblos y pequeñas ciudades que se desplazan cada partido para animar a lo que han metido en su corazón y lo defienden. Así que Pecho Angosto y los tuyos, chapó.
Los incansables foreros anónimos, a los que tanto quiero, me dejan entre escéptico y vacío. Alguno salta que eso de Cartapena de mi último artículo, qué es. Lo que pasa muchas veces con nuestro pueblo, que afortunadamente también tiene penchosangostos para darnos fe, moral, esperanza y futuro y para mantener la ilusión en la trimilenaria.
Además, qué poco leen. Resulta que en mi libro “Capirotazos”, que surgió un tiempo después de mi Pregón de la Semana Santa de 1981 –ya ha llovido- dediqué todo un capítulo, desde la página 117, a las “transformaciones” de mi tierra, según viniera el viento, y la llamaba Cartagena, Cartapena, Hartapena, Cartagema y Cartagenia. Hay dos que llevan la pena dentro, pero otras dos que tienen en su alma lo mejor : las gemas, las piedras preciosas que muchos envidian…pero que no son explotadas. Y el genio de lo genial de una ciudad impar que podría y debería estar en la primera línea de España.
Gemas son ese grupo que ve claro lo que quiere en el fútbol y lucha por ello. Gemas son los que quieren tanto a la ciudad. Gemas son los penchosangostos.
Y que sigan las victorias, que me encantan tanto como al que más. Y que sepan que criticar y alabar, cuando toque cada cosa, es la esencia del periodismo.
Por otra parte, han sido pieza fundamental en la confirmación de la efesemanía, por su constancia, su cariño al club, su apoyo constante en los viajes, su posición animadora a la panda infecta de la temporada anterior para ver si cambiaba y nos sacaba del descenso. Política inteligente que vale muchas veces pero que el grupo indecente hizo trizas. El caso es que con estas cifras de socios somos sin discusión uno de los 5 ó 6 equipos más importantes de la 2ª B.
Parte de la efesemanía es suya, movimiento desconocido en Cartagena hasta el último ascenso. Igual que parte de la efesemanía pertenece a este periódico, que ha servido de altavoz y casa para agrupar a los que antes se derrumbaban por las adversidades. Tienen un órgano para expresar su opinión y estar unidos, aunque discrepantes. Algo fundamental. No olviden el tópico (que es verdad) de que la unión hace la fuerza.
El caso es que miro asombrado y contentísimo que la efesemanía se ha quitado la tristeza del petardazo anterior y se ha puesto a trabajar para reconquistar lo que se perdió. Y ve claro que tiene que ser en el mínimo tiempo posible y que ese es nuestro sitio como poco.
Nuestra afición, que en esta categoría atrae más gente a su estadio que muchos equipos de 2ªA, se merece mucho más estar ahí que muchos. Mantenerse es un verdadero milagro para ellos. No voy a decir nombres, ¿para qué?, pero no es de recibo que Cádiz, Tenerife, Albacete, Cartagena, Oviedo, Alavés y alguno más estén en el infierno cuando otros sin campo, presupuesto, plantilla, afición, socios e historia estén ocupando esos lugares privilegiados. Por eso hay que apretar y meternos otra vez.
Pero la admiración por Pencho Angosto y los suyos ha crecido considerablemente en mí: su nueva e importantísima misión y demostración de cartagenerismo dan alas a este artículo. Ir por toda la Comarca (campo de Cartagena y costa) para ir sumando socios, para los que son de los nuestros y están tan cerca apoyen a este equipo y lo hagan suyo. Si tienen éxito, y lo van a tener con esa garra que le echan, la consolidación del club se agrandará sorprendentemente.
Es cuestión de tiempo, de no impacientarse y de volver a la carga una y otra vez. Tenemos dos ejemplos: San Sebastián y Pamplona. Sin sus alrededores ni Real Sociedad ni Osasuna serían ni de lejos lo que son. Comparen número de habitantes con nosotros. Por eso están en Primera tanto tiempo. Tienen las dos vías : la afición de la ciudad (que no deserta en parte como aquí) y los incondicionales de tantos pueblos y pequeñas ciudades que se desplazan cada partido para animar a lo que han metido en su corazón y lo defienden. Así que Pecho Angosto y los tuyos, chapó.
Los incansables foreros anónimos, a los que tanto quiero, me dejan entre escéptico y vacío. Alguno salta que eso de Cartapena de mi último artículo, qué es. Lo que pasa muchas veces con nuestro pueblo, que afortunadamente también tiene penchosangostos para darnos fe, moral, esperanza y futuro y para mantener la ilusión en la trimilenaria.
Además, qué poco leen. Resulta que en mi libro “Capirotazos”, que surgió un tiempo después de mi Pregón de la Semana Santa de 1981 –ya ha llovido- dediqué todo un capítulo, desde la página 117, a las “transformaciones” de mi tierra, según viniera el viento, y la llamaba Cartagena, Cartapena, Hartapena, Cartagema y Cartagenia. Hay dos que llevan la pena dentro, pero otras dos que tienen en su alma lo mejor : las gemas, las piedras preciosas que muchos envidian…pero que no son explotadas. Y el genio de lo genial de una ciudad impar que podría y debería estar en la primera línea de España.
Gemas son ese grupo que ve claro lo que quiere en el fútbol y lucha por ello. Gemas son los que quieren tanto a la ciudad. Gemas son los penchosangostos.
Y que sigan las victorias, que me encantan tanto como al que más. Y que sepan que criticar y alabar, cuando toque cada cosa, es la esencia del periodismo.
