viernes. 29.03.2024

La realidad de los fríos números del FC Cartagena

   GUILLERMO JIMÉNEZ La posición del Cartagena en la tabla general de la Liga en la que participa es ficticia -mi humilde punto de vista- pero la realidad de los números es irrefutable y demoledora. Que el equipo de Víctor Fernández es tres veces mejor, diciéndolo en castizo, que el que tuvieron...

 GUILLERMO JIMÉNEZ

La posición del Cartagena en la tabla general de la Liga en la que participa es ficticia -mi humilde punto de vista- pero la realidad de los números es irrefutable y demoledora. Que el equipo de Víctor Fernández es tres veces mejor, diciéndolo en castizo, que el que tuvieron en sus manos Julio Ribas, el entrenador uruguayo del mando a distancia; el sacrificado Simón Ruiz, saco de los golpes o escudo puesto en el potro salvaje por Sporto, y finalmente Manolo Palomeque, también es para mí algo real como la vida misma.

 
Pero este Cartagena diseñado por Belmonte a su imagen y semejanza con la mejor voluntad, ha tropezado con muchos inconvenientes en los campos de juego. De todos los colores esos problemas: errores garrafales en defensa, algo ya extirpado y en lo que se ha mejorado; lesiones que minaron los rendimientos - Quique Rivero, Gonzalo Verdú, minimizado el percance por el gran rendimiento de Ayoze, por poner algunos ejemplos- y en lo fundamental la pólvora mojada pero bien mojada, han colaborado a que hay el equipo de VF esté hoy en tierra de casi nadie.
 
En espera de su destino en la competición: ¿Hay tiempo aún para que a uno de los cuatro de arriba le entre una 'pájara' de mil pares de cojones y pierda su plaza? Parece mucho soñar. ¿Hay que ceñirse a buscar una plaza para la próxima Copa del Rey y ya está? No  voy a ser tan agorero para pensar ni por asomo en un riesgo de descenso que supongo haría disfrutar o divertir a algún colega de la prensa deportiva de algún medio de Murcia.
 
Cuando dijo de hacer fútbol - el equipo- a mí me ha encantado y ha sido campeón en la recepción de elogios ajenos (los entrenadores rivales se abonaron a los piropos mientras iban aprendiendo cómo contrarrestar las virtudes del Cartagena), pero  esa catarata de virtudes reconocidas no ha sido suficiente para mejorar  la posición de los albinegros en la tabla. La realidad de los gráficos de su particular Bolsa indican que no se ha pasado de la 7ª posición, en la que se ha estado dos jornadas. En tres semanas el Cartagena ha sido 8º, y también ha coqueteado con las posiciones de peligro con las que tan familiarizado estuvo el año pasado: una vez ha sido 18º,  en dos fue 19º y en plaza de promoción estuvo en dos jornadas.
 
Otros clubes haciendo mucho menos -he visto jugar a los actuales cuatro primeros del grupo por la tele, no menos de veinte veces- y en  lo que es espectáculo-, ninguno ha superado al Cartagena. Pero en eficacia todos los aspirantes han sido mejores y han rebañado más puntos. En los enfrentamientos directos el Cádiz le ha ganado dos veces, el UCAM Murcia no lo mereció en La Condomina pero se impuso por 2-1, y el Real Murcia ganó "por pequeños-grandes detalles" en un encuentro enfocado al 0-0 pero con resultado de 2-0 que al final fue indiscutible. Azcorra, que en más de una ocasión en su vida laboral pudo ser albinegro, se encargó de resolver el derbi para los de NC.

 En esta verbena tómbola albinegra de los disgustos casi siempre toca: cuando no un pito, una pelota.
 
Con más refuerzos o menos refuerzos que puedan llegar, hilando fino el entrenador y con unos arbitrajes que no regalen pero que tampoco quiten (que diría el topiquero)  hay margen de mejora. Pero también se depende del desfondamiento de los que van por delante en la carrera. No hay que perder la esperanza aunque también hay que ser realistas.

La realidad de los fríos números del FC Cartagena
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