19 de febrero de 2015, 19:35
Hay que hacerse a la idea de que el Cartagena las puede pasar canutas hasta la jornada 38. En lo deportivo. No entro en tortuosos caminos de lo institucional, burocracia y otras gaitas. Lo único que a estas alturas de la campaña y visto lo visto me anima a ser optimista en lo futbolístico es la seriedad con la que los jugadores y el entrenador afrontaron n la situación el pasado domingo ante el Cacereño. De 10.
Me imagino que el coach Juan Cayuela habrá utilizado sus métodos para elevar los ánimos de unos jugadores engañados con mentiras piadosas (o menos piadosas) pero por encima de inyecciones psicológicas hay que tener amor propio para dejarse la piel como hicieron los futbolistas del Cartagena en la pasada jornada. Por eso hasta los ciegos han visto que el 1-1 fue desenlace deportivo inmerecido, un accidente de los muchos que depara el puñetero fútbol y que cabe confiar en que no siempre van a salir las cosas al revés de lo propuesto y por lo que se lucha.
La Ciudad Deportiva del Sevilla, a la que da nombre Gabriel de Cisneros, es un terreno en el que el filial sevillista y el Cartagena se juegan tres de los puntos que a corto plazo más interesan a estos dos equipos, empatados a 26 puntos.
El triunfo es fundamental para ir cimentando la casa de la salvación deportiva, que lo demás es harina de otro costal.
Las herramientas que tiene el club albinegro son los jugadores, un grupo reducido de personas que han visto modificadas sus expectativas profesionales al vivir entre sorpresas y sorpresas, la mayoría poco gratas desde antes de que iniciase la temporada con tanto despropósito.
Estoy convencido de que en Sevilla van a seguir dando la cara -vergüenza torera cerca de la Maestranza- como no la ha dado todo el mundo en Sporto. Y después no vayamos a creer que todo estará solucionado. porque el equipo precisa de más puntos, bastantes más para no hundirse en puestos de descenso.
