Al ser un club privado de un señor pocas explicaciones tiene que dar si además es el propietario absoluto porque ningún cartagenero quiso poner un euro, lo que explica muchas cosas de nuestra ciudad.
Se han hecho equipos con un presupuesto modesto, que se ha respetado, por lo que debe haber poco déficit pensando en que ingresos y gastos se igualaran, planteamiento fundamental para no pasar apuros.
O sea, una situación económica como tiene que ser. Y parece aquí lo que tiene que ser es lo que es. Todos cobran, aunque sea con pagarés. Un club serio. El representante de Cleber resumió públicamente cómo es considerado actualmente el FC en el mundo del fútbol. Dijo que su representan se venía a Cartagena por su solvencia económica y añadió que dudar de los pagarés de este equipo era una insensatez. Es decir, toda una proclamación a favor de este club y de su momento económico.
Tampoco lo sabemos todo, sólo lo que nos quieren decir, que si son necesarios tantos socios, que si la cantidad global en entradas bajó en la segunda temporada de Segunda profesional, que si filtran que los sueldos de este o aquel futbolista son elevados…
Desde fuera, por tanto, estamos tranquilos. No sabemos lo de dentro pero lo que se intuye es tranquilizador. Los socios, por tanto, deben seguir siendo fieles y arrastrar a más a abonarse. Por otra parte, el conjunto de fichajes ha ilusionado, aunque sabremos cómo es el agua cuando la bebamos.
Si hay algo de lo que no entiendo es de números y verán que no escribo de ellos. Lo único que quiero resaltar es que la situación deportiva y económica han sido parejas para que las cosas salieran bien. Y es que no puede ser de otra manera.
Miramos, además, alrededor y vimos que Jorge Molina dejaba el Elche y se iba traspasado al Betis. Metió sus goles y lo subió a Primera. Los de Altabix entonces y Martínez Valero ahora ¿ han visto un duro?. Y, de haberse quedado y seguir viendo puerta, el Elche habría tenido lo que le faltó frente al Granada. Estos son los disparates del fútbol de ahora, tan difícil de entender como todo lo que ocurre en España.
Llega Samper al Murcia y parece –y lo decimos lo que no entendemos de cifras- pensando en hacer negocio más que en la salud deportiva del equipo y sobre todo en la construcción de la Nueva Condomina. Deja a Alcaraz que destroce el equipo de Primera y a Clemente –no se le puede ocurrir a nadie- que lo triture. El vasco era un entrenador en baja absoluta, tras sus lejanos éxitos con su Atletic y los aparentes en la selección, en la que demostró que no servía tras una era de caprichitos. La historia, después de varios tumbos, acabó en Segunda B y en la Ley Concursal, arruinados deportiva y económicamente. Pues ahí lo tienen: liderando negocios millonarios, como el gran parque de la región. Que me lo expliquen.
Y no digamos de tantos clubes hundidos o parapetados en la Ley Concursal, que no pagan o lo hacen con cuentagotas y, mientras, siguen gastando. Eso de que el que no pague descienda queda para algunos casos de ingenuos o tontos.
En fin, en este maremágnum de incompetencias y situaciones inexplicables, la situación del FC es boyante o, como poco, tranquila. Vamos, que nos podemos dar con un canto en los dientes. Hace falta que el número de abonados supere las previsiones y que adquiera la velocidad requerida, que los aficionados pasen por taquilla además de las aclamaciones en la playa y la presencia importante en los entrenamientos.
Para que podamos seguir diciendo Cartagena, sí. Cartagena siempre.
Y salud y alegría para todos
