El tsunami René o la historia de un presidente que no aprende

Muy pocos en su sano juicio deportivo serían capaces de decretar el despido de un futbolista del que se conoce muy poco por estos pagos, aunque llegó desde Extremadura avalado por buenas referencias. Uno de los debutantes en una nueva competición, sin tiempo para obtener elementos razonables para opinar de él...
Muy pocos en su sano juicio deportivo serían capaces de decretar el despido de un futbolista del que se conoce muy poco por estos pagos, aunque llegó desde Extremadura avalado por buenas referencias. Uno de los debutantes en una nueva competición, sin tiempo para obtener elementos razonables para opinar de él como profesional, saldrá del club por una decisión se entiende que dictatorial.

No conozco precedentes similares en la historia del fútbol y llevo ya unas cuantas campañas asistiendo a estrenos de competiciones en todas las categorías del fútbol. Noventa minutos de juego y a la calle. De escopetazo. Ordeno y mando. Si es el dueño Paco Gómez es causante de la decapitación de René, de antemano me atrevo a decir se debe a un capricho suyo. Nadie en el seno del club sería capaz de escribir el guión de una película de la que es protagonista René,el gran perdedor. Me pongo en el pellejo del portero y pensaría en una broma de mal gusto o en un mal sueño con pesadilla.

No lo entiendo ni lo comprendo. La noticia dará pie a múltiples elucubraciones, la rumorología se ha disparado ya y llega a nombrar sustituto de René a un ex jugador albinegro: Juanma. Lo de menos ahora no es quien llega sino quien se marcha y cómo se marcha. Somos personas. Con problemas, aspiraciones, tensiones, sentimientos y objetivos, y a un profesional de cualquier ramo no se le puede despedir tras apenas dos meses de ensayos y con una sola representación en el escenario de la Liga.

Me niego a abrazar este fútbol de corte presidencialista con reiteración en determinaciones inimaginables como la adoptada en relación con René, con el que solo he cruzado unas palabras en la rueda de su presentación. Me da igual que venga ahora a ocupar su plaza Juanma (confirmado) o el nieto de Ramallets, el gran meta del Barça de los 50. Lo que siento de corazón es la constatación de que este presidente y dueño no aprende ni a la de tres.

Dejemos trabajar y respetemos a los profesionales.Hay ahí un perjudicado moral al que se le va a hacer daño. Creo que mucho daño.Y tras este capricho o lo que sea hay personas presuntamente desautorizadas que tampoco se merecen  ese trato. El presidente ha levantado su banderín y más de uno ha quedado en fuera de juego.