jueves. 28.03.2024

Violencia en el fútbol

FULGENCIO ANGOSTO Lo siento, como aficionado del fútbol me resulta vergonzoso que pasen estas cosas en un deporte que me apasiona. Pero lo más triste es que desgraciadamente volverá  a pasar. Sí. Y volverá  a pasar porque los verdaderamente responsables se limitaran a justificarse con alguna medida o como en esta...
FULGENCIO ANGOSTO

Lo siento, como aficionado del fútbol me resulta vergonzoso que pasen estas cosas en un deporte que me apasiona. Pero lo más triste es que desgraciadamente volverá  a pasar. Sí. Y volverá  a pasar porque los verdaderamente responsables se limitaran a justificarse con alguna medida o como en esta ocasión, echándose la culpa unos a otros.

Los hechos evidencian una cadena de fallos en el protocolo de seguridad. Una comisión antiviolencia (presidida por los ministerios de Educación e Interior) que no declara el partido de "alto riesgo”. Que pasa, ¿qué no sabían la declarada rivalidad existente entre ambos grupos  y los precedentes existentes? ¿No son capaces de detectar a través de las redes sociales que se había producido una quedada entre ambos grupos para agredirse? ¿Y si somos capaces de detener cada vez a más gente por expresar odio o amenazar a través de twitter? Venga ya, por favor.

Un coordinador de seguridad del Depor que no se entera de que se iban a desplazar nada menos que 100 ultras (100 ¿eh?), 2 autobuses, con entradas. ¿Dónde las compraron? ¿quién se las facilito? Desde La Coruña hasta Madrid (600 km) y nadie detecta nada. ¿Qué alquilaron los autobuses en Lugo y no en La Coruña? Pues normal, no van a ir a decírselo al coordinador.

La policía en Madrid, que se entera de la quedada de los miembros del Frente a las 8 de la mañana para "desayunar”,  pero los dispositivos policiales de los partidos de fútbol se activan 2 horas antes de los partidos. Pues facilísimo de esquivar. Quedan 3 horas antes.

 Se crean muchos protocolos de seguridad por parte de la policía, se organiza esta misma semana pasada un seminario nacional de seguridad con la LFP para erradicar la violencia en el mundo del futbol, etc., pero la realidad es la que es.  Y es tozuda, muy tozuda.

¿Cuantos titulares de prensa hemos leído también que casi incitaban a la violencia? ¿Cuántos llamamientos de entrenadores o jugadores a su afición para "ir a la guerra”? Todos, absolutamente todos tenemos culpa en esta especie de tolerancia con los radicales del futbol.

Es verdad que hay una componente sociológica en esta lacra que supone la violencia en el futbol. Sino, es imposible comprender como un grupo de personas, se citan a través de las redes sociales para pegarse, algunos de ellos padres de familia, con trabajo y con una vida perfectamente estructurada. Pero algunos clubs de futbol son los primeros responsables de que esto suceda dando todo tipo de facilidades a estos grupos y facilitando entradas, desplazamientos, etc.  La semilla de los violentos no tiene quizás un germen futbolístico pero es en el futbol donde crece y se desarrolla.

Una liga de fútbol (LFP) que no suspende el partido amparándose en que no pudo localizar a nadie de la RFEF (¿año 2014, smartphones, sociedad de la tecnología y no hay un protocolo para estos casos?). Una RFEF que dice que sólo recibió la llamada 11 minutos antes de comenzar el partido. Unos que los otros. Otros que los unos… ¿Y estos señores son los que sientan para decidir protocolos de actuación y velar por nuestra seguridad? ¡Madre mía!, que el señor nos pille confesados.

Si me lo permitís, os cuento un par de experiencias para que veáis como de mal se funciona en estos casos.
Abril 2010. Cartagena –Murcia. Partido declarado de "alto riesgo”. Nos enteramos en la FPFCCT de que un autobús de ultras del equipo rival se va a desplazar fuera del viaje organizado y que si es controlado por la policía. Se da comunicación de ello y de que sabemos que dicho autobús no ira directamente al estadio, sino a la explanada del centro comercial Eroski. Pues aun así se dio lugar a lo que todos ya sabéis. Que ese autobús llegase sin control policial y que en el trayecto de Eroski al estadio agredieran a varios aficionados blanquinegros y rompiesen espejos y limpialunas de los coches aparcados que llevaban pegatinas o banderines del FC Cartagena.

Abril 2011. Granada – Cartagena. El club local ubica a 1.200 aficionados del Cartagena en un espacio para unos 700. Eso hace que escaleras, vomitorios y todo esté completamente abarrotado, sin espacio para poder ver el partido, lo que provoca incidentes con la policía que desembocaron en varios aficionados de Cartagena detenidos.

Hemos vivido como se cachea a padres que van con niños pequeños, como se mete a aficionados en "jaulas” con redes donde apenas se ve el futbol, como se prohíbe entrar cámaras de fotos al estadio a la afición visitante (diciembre 2009, Soria), etc.  No se puede tratar a un aficionado que se desplaza para ver un partido de fútbol como un delincuente, pero si perseguir a los violentos. Se sabe quiénes son. Que se actué de una vez.
El fútbol es el mayor espectáculo del mundo. Hagamos que siga siendo así y que todos, niños, mayores y ancianos podamos disfrutar de ello.

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