¡Viva la Vespa!

En 1884, Rinaldo Piaggio, hijo de Enrico, con poco más de 20 años, firma las actas de constitución de la Sociedad Rinaldo Piaggio, pero se  separa de su padre el 14 de septiembre de 1887, transformando la Sociedad Rinaldo Piaggio en Piaggio & C., de la que es ´socio, gerente y administrador´.

Nunca podría imaginar Rinaldo Piaggio que su empresa iba a diseñar y fabricar el más maravillo vehículo de dos ruedas de la historia, y menos aún que sirviera de imagen para la campaña de abonados del FC Cartagena para la campaña 2015-2016. Arrancó la temporada y arrancó la Vespa, aunque como todo lo que crea el hombre, no es una máquina perfecta. Lo podría ser, pero no lo es. Aunque requiere muy poco mantenimiento, necesita mucho cariño y atención. La temporada es muy larga y nuestra belleza italiana verá todo.

La Vespa tiene cuatro marchas en su puño izquierdo. La Primera la vamos a utilizar muy poco. La Segunda es imprescindible y vamos a desearla llevarla siempre puesta. La Tercera la rozamos el año el año pasado, y la Cuarta no nos interesa para nada. En el fútbol es mejor reducir marchas que aumentarlas, ya que la velocidad nos suele jugar malas pasadas. Estoy convencido que, después de la derrota de ayer, más de un piloto ha empezado a pensar en la Tercera o en no pasar más por el concesionario del Cartagonova.

La Vespa necesita ajustes y cambios, muy pocos, pero los pide. Igual que el equipo. Es demasiado pronto para juzgar una moto recién adquirida y con tantas piezas nuevas, llegadas por correo, de diferentes puntos geográficos. Después del Ferrari trucado de PG y del triciclo con las ruedas pinchadas de Manzano, llega el excelente mundo de la Vespa. En el fútbol es muy fácil jugar con los sentimientos de los aficionados. Todo dirigente que sepa manejar un poco la situación se suele aprovechar del amor por los colores de los aficionados, lo que origina que se pueda poner al frente de un equipo sin  la obligación de tener un proyecto sólido. El año pasado fue el ejemplo y casi nos deja tirados en la cuneta.

Después del primer partido ya tenemos claras muchas cuestiones. Ya sabemos los jugadores que serán buenos para la escudería y los que no. No hace falta ver más partidos. El año pasado nos salvó Carlos Martínez, tras una temporada muy floja, lo que no podría hacer reflexionar. Montero parece que no marcará ningún gol y etc. Demasiado pronto para pensar que la Vespa no arrancará. La Vespa no arranca muchas veces. Hay días que necesita muchas patadas, igual que en los partidos. Hay que dejar que los mecánicos hagan su trabajo y esperar a que lleguen las cuestas, que llegarán, y tener mucho cuidado con las caídas, ya que también las habrá. Lo primero que hay que tener claro es que después de una caída hay que levantarse y seguir, no pensar que la semana siguiente habrá otra. Si perdemos en Cádiz la semana que viene, tendremos la primera guerra. Lo normal, vamos.

Y para terminar, quisiera agradecer al compañero (cómo me gusta esta palabra) y tocayo Guillermo por ofrecerme la posibilidad de volver a escribir mi pequeña columna semanal. Tuve pequeñas dudas en hacerlo, pero me apetecía mucho. Sería un error verme yo mismo como una ´prostituta lírica´. Como cantaba Franco Battiato, es un "Sentimiento nuevo”.