La vuelta de Chus Hevia

La última actuación del asturiano con la casaca albinega fue ante la UD Las Palmas Atlético, en el partido de ida de la promoción de permanencia, en el estadio Cartagonova, el 24 de mayo del año pasado y ante cerca de 10.000 espectadores por la movilización ideada por Paco Belmonte. Chus Hevia salió al campo -sin deber, sin poder, todavía renqueante por una lesión no curada que hacía que una muslera fuera su compañera permanente, pero no había otra- para relevar a paisano Prosi. Se mantenía el 0-0 en el marcador y Manolo Palomeque desde el banquillo echó el resto y dijo que saliese el sol por Antequera.

 

Un genialidad de Hevia, un tiro lejano pero certero podría (a saber) batir al meta gran canario Álex Martín. No sucedió así. Pudo más la negatividad y el peso de la lesión del jugador que los buenos deseos, a la desesperada en una temporada de desesperación. Horrorosa. Infumable. Esperpéntica. Increíble. Alucinante.

 

Chus Hevia, roto pero roto total, ya no pudo jugar en el decisivo encuentro de vuelta en el Anexo del Estadio Gran Canaria. No pudo ser el Cid Campeador de la jornada, ganador después de 'muerto' y sacrificado. El milagro del gol de Carlos Martínez (1-1) hizo posible la permanencia del club y tal vez evitó la desaparición de la entidad. 

 

Andando los días Chus Hevia dejó de ser cartagenerista. No hubo acuerdo en la negociación para sellar su continuidad. La última vez que vi a un Hevia radiante y contento fue en Mesón Penélope donde Sportcartagena realizó la entrega al astur su merecido Trofeo a la Regularidad (Base Collado Sport)  y el del Goleador (Mesón Penélope) y ese mismo día regresó a Asturias con el homenaje en su biografía. Firmaría después en un histórico, el Racing Santander (equipo UEFA en 2008, venido a menos después), y desde el Sardinero retorna a Cartagena porque en el equipo cántabro no ha podido responder más allá de un gol ante el Izarra y otro tanto ante el Peña Sport.

 

Con Munitis, el exigente jefe técnico, no se ha debido de tomar el chocolate con placidez y vuelve a ser albinegro por lo que resta de la campaña presente y la próxima. Aunque Pedro Munitis, con todo su espléndido historial de emblemático racinguista y madridista e internacional con Del Bosque, en sus registros como goleador nunca superó a Hevia. Munitis no ha pasado de la marca de los 10 goles que obtuvo cuando era delantero del Badajoz en Segunda DIvisión. Fue en 97-98, el hoy míster del Racing tenía 22.  Una campaña de locos, con tres entrenadores: Lotina, Generelo y Joaquín Peiró.

 

En su nueva etapa en Cartagena el de Oviedo puede ser un revulsivo y de entrada cuenta con el favor de la Efesemanía que supo valorar su entrega sin restricciones  en una de las más crudas y enigmáticas fases del fútbol blanquinegro. Fue de los que dieron la cara, que fueron la mayoría. Belmonte ha fichado al jugador oportuno y en el momento oportuno. Que cuaje y aporte a la causa  cartagenerista solo es cuestión del futbolista y de las circunstancias.