17 de octubre de 2010, 2:00
¡Forofos, cartageneristas, aficionados y amables lectores! Terrible comprobación, este túnel no tiene luz y, probablemente, ni salida. El empate de esta tarde es la entrada a la ciudad de la tristeza eterna. ¡Dejad toda esperanza los que aquí entráis!
El año pasado, a principios de mayo, el articulista, acabando de presenciar el partido del Alcoraz, escribía que el terreno en el que se asienta este estadio fue, otrora, lugar donde se desarrolló un trabado combate ganado por los oscenses con la ayuda de San Jorge. Hoy, en el mismo lugar físico, el FC. Cartagena no ha peleado, ha perdido sus señas de identidad y, aun sumando un punto, se ha colocado en el dintel para traspasar las puertas del infierno deportivo. San Jorge no ha querido aliarse ni con sus vecinos ni con los inquilinos de “La Mar de Músicas” que no han sabido imponer el ritmo, ni el tesón necesarios para doblegar a ese dragón de catorce cabezas, templado y forjado en las alturas.
El FC. Cartagena ha acudido al Alcoraz con varios frentes abiertos, que no recordaré, por estar en la cocorota de todos. Me ha dado la impresión de presentarse con demasiada frialdad, desmotivados y hasta displicentemente conjurados para mandar a Juan Ignacio Martínez a recolectar esas sabrosas setas y carnosos hongos que, con las primeras lluvias caídas, están en sazón por estas alturas y fértiles montañas. Por el Alcoraz se han visto gnomos, con no muy buenas intenciones, protegidos con bufandas blanquinegras.
¿Saben lo que les digo? Que ya no puedo más con el juego de este equipo, con la no vuelta atrás, con el todavía está empezando la temporada, con todavía hay tiempo, con…con…las cuentas de la lechera.
En estas estaba, cuando se me ha acercado a la memoria, pensando en Juan Ignacio, la siguiente frase: "Las centenarias encinas son los únicos dientes que le van quedando al campo para rumiar antiguas historias de cuando reinaba la alimaña y era libertad la primavera”. Esto lo firmó José Antonio Muñoz Rojas, pedazo de escritor, finado con cien semenceras, bien granadas, en 2009, en un hermoso y sentido haz de páginas de “Las Cosas del Campo”.
SD. Huesca 0 – FC. Cartagena 0
La SD Huesca se ha presentado en su Alcoraz después de tumbar a base de golazos a los azulinos de Xerez, lograr su primera victoria de la temporada e impedir que el Xerez consiguiera su quinto triunfo seguido y empujando al FC Cartagena hacia sus cinco jornadas sin ganar para colocarlo al borde del precipicio infernal del descenso. ¡Ay, ay, Juan Ignacio!
Otra mala tarde blanquinegra, y van... ¿A qué se ha jugado? ¿Por qué este equipo este año, en lugar de ilusionar, aburre? No tiene pegada, no se impone a sus rivales y juega feo, feo, feo y aburrido. Los blanquinegros son como viejos daguerrotipos del pasado, futbolistas catatónicos, monocromados y, vagando por esos campos, como alma en pena
No ha sido el día del Cartagena por más que se reencontrara con un Huesca, también desangelado, y quisiera rememorar aquella victoria del pasado año, cuando la esperanza del ascenso todavía no se había apeado de nuestro vagón. Los blanquinegros son un equipo irreconocible y, por lo observado esta tarde, Juan Ignacio no está siendo fiel a sus ideas. Este equipo no tiene ritmo, ni velocidad y la máquina no le responde, se queda calada y sin la intensidad de antaño, pero ¡Juan Ignacio, por Dios, estamos en hogaño o tú, ya no! Y así el Cartagena todavía es un conjunto más.
El fútbol es para listos y hoy hemos visto a un Cartagena con muchas dudas y débil, muy débil, muy lento en las transiciones, sin pegada en ataque y sus jugadores para mí eran unos desconocidos. Desconocidos, Keko, Toni del Moral, Longás y Toché que lleva unas cuantas jornadas congelado en sus cinco goles.
Tú, apreciado lector ¿por quién estás?, es la pregunta que, en nombre de mi kiosquera, te traslado. Ella sabe de mis lealtades firmes y muy pocas veces, por no decir ninguna, han cambiado de “novia” a lo largo del curso. Me enamora la expresión, que entre adultos tiene algo de derrote, que te desarma, pero que, sin embargo, en los zagales nace despuntada, ingenua y asertiva, a sabiendas de que hay que estar por alguien, o no estarás. Por eso, JIM, me quedo donde estaba.
No es lo mismo un empate, siendo hoy derrota, que una catástrofe. Podemos aceptar lo primero, intentemos evitar lo segundo. Ya saben, Si el balón no entra, el espectáculo se desploma.
¿Y qué decir del árbitro riojano Ocón Arráiz, D. Daniel? Pues nada, que ya nos ha pitado dos veces y que, en ambas, lo ha hecho francamente bien. Oigan que este Cartagena, cuando le arbitra el riojano, no pierde.¡ Qué consuelo!
¡Amigos!, hasta el sábado que viene, no tengan miedo, que nos deleitaremos, si Dios quiere, recibiendo al viejo conocido y recién ascendido Alcorcón. ¡Ay! ¡Ay!
Pedro-Roberto J.P. hoy en Villamediana de Iregua. Dies 10/16: ante diem septimum decimum Kalendas Novembres.
El año pasado, a principios de mayo, el articulista, acabando de presenciar el partido del Alcoraz, escribía que el terreno en el que se asienta este estadio fue, otrora, lugar donde se desarrolló un trabado combate ganado por los oscenses con la ayuda de San Jorge. Hoy, en el mismo lugar físico, el FC. Cartagena no ha peleado, ha perdido sus señas de identidad y, aun sumando un punto, se ha colocado en el dintel para traspasar las puertas del infierno deportivo. San Jorge no ha querido aliarse ni con sus vecinos ni con los inquilinos de “La Mar de Músicas” que no han sabido imponer el ritmo, ni el tesón necesarios para doblegar a ese dragón de catorce cabezas, templado y forjado en las alturas.
El FC. Cartagena ha acudido al Alcoraz con varios frentes abiertos, que no recordaré, por estar en la cocorota de todos. Me ha dado la impresión de presentarse con demasiada frialdad, desmotivados y hasta displicentemente conjurados para mandar a Juan Ignacio Martínez a recolectar esas sabrosas setas y carnosos hongos que, con las primeras lluvias caídas, están en sazón por estas alturas y fértiles montañas. Por el Alcoraz se han visto gnomos, con no muy buenas intenciones, protegidos con bufandas blanquinegras.
¿Saben lo que les digo? Que ya no puedo más con el juego de este equipo, con la no vuelta atrás, con el todavía está empezando la temporada, con todavía hay tiempo, con…con…las cuentas de la lechera.
En estas estaba, cuando se me ha acercado a la memoria, pensando en Juan Ignacio, la siguiente frase: "Las centenarias encinas son los únicos dientes que le van quedando al campo para rumiar antiguas historias de cuando reinaba la alimaña y era libertad la primavera”. Esto lo firmó José Antonio Muñoz Rojas, pedazo de escritor, finado con cien semenceras, bien granadas, en 2009, en un hermoso y sentido haz de páginas de “Las Cosas del Campo”.
SD. Huesca 0 – FC. Cartagena 0
La SD Huesca se ha presentado en su Alcoraz después de tumbar a base de golazos a los azulinos de Xerez, lograr su primera victoria de la temporada e impedir que el Xerez consiguiera su quinto triunfo seguido y empujando al FC Cartagena hacia sus cinco jornadas sin ganar para colocarlo al borde del precipicio infernal del descenso. ¡Ay, ay, Juan Ignacio!
Otra mala tarde blanquinegra, y van... ¿A qué se ha jugado? ¿Por qué este equipo este año, en lugar de ilusionar, aburre? No tiene pegada, no se impone a sus rivales y juega feo, feo, feo y aburrido. Los blanquinegros son como viejos daguerrotipos del pasado, futbolistas catatónicos, monocromados y, vagando por esos campos, como alma en pena
No ha sido el día del Cartagena por más que se reencontrara con un Huesca, también desangelado, y quisiera rememorar aquella victoria del pasado año, cuando la esperanza del ascenso todavía no se había apeado de nuestro vagón. Los blanquinegros son un equipo irreconocible y, por lo observado esta tarde, Juan Ignacio no está siendo fiel a sus ideas. Este equipo no tiene ritmo, ni velocidad y la máquina no le responde, se queda calada y sin la intensidad de antaño, pero ¡Juan Ignacio, por Dios, estamos en hogaño o tú, ya no! Y así el Cartagena todavía es un conjunto más.
El fútbol es para listos y hoy hemos visto a un Cartagena con muchas dudas y débil, muy débil, muy lento en las transiciones, sin pegada en ataque y sus jugadores para mí eran unos desconocidos. Desconocidos, Keko, Toni del Moral, Longás y Toché que lleva unas cuantas jornadas congelado en sus cinco goles.
Tú, apreciado lector ¿por quién estás?, es la pregunta que, en nombre de mi kiosquera, te traslado. Ella sabe de mis lealtades firmes y muy pocas veces, por no decir ninguna, han cambiado de “novia” a lo largo del curso. Me enamora la expresión, que entre adultos tiene algo de derrote, que te desarma, pero que, sin embargo, en los zagales nace despuntada, ingenua y asertiva, a sabiendas de que hay que estar por alguien, o no estarás. Por eso, JIM, me quedo donde estaba.
No es lo mismo un empate, siendo hoy derrota, que una catástrofe. Podemos aceptar lo primero, intentemos evitar lo segundo. Ya saben, Si el balón no entra, el espectáculo se desploma.
¿Y qué decir del árbitro riojano Ocón Arráiz, D. Daniel? Pues nada, que ya nos ha pitado dos veces y que, en ambas, lo ha hecho francamente bien. Oigan que este Cartagena, cuando le arbitra el riojano, no pierde.¡ Qué consuelo!
¡Amigos!, hasta el sábado que viene, no tengan miedo, que nos deleitaremos, si Dios quiere, recibiendo al viejo conocido y recién ascendido Alcorcón. ¡Ay! ¡Ay!
Pedro-Roberto J.P. hoy en Villamediana de Iregua. Dies 10/16: ante diem septimum decimum Kalendas Novembres.
