¡Y...me hizo llorar!

Me gusta la historia de nuestro fútbol. ¡Lo confieso! Pero… les doy mi palabra de honor, que la escribo sin nostalgia. Afortunadamente vivo la actualidad, tengo la suerte de que, todavía me soporten (aunque parcialmente) en mi "escuela” de toda la vida, lo que hoy es la UPCT. Y esto me permite estar al día, en los temas más trascendentes de nuestra sociedad. Por ello, me permito de vez en cuando, sumergirme en el tiempo, e intentar transmitirle mis recuerdos, tanto a los "viejos” como a los jóvenes aficionados. 

 En esta ocasión, les voy a hablar de una persona (casi seguro, olvidada de todos) que, en su día alcanzó gloria y popularidad, no solo en Cartagena si no en España entera, pero que una vez alcanzada esa gloria, la vida lo devolvió al más puro ostracismo, y a la más ingrata de las realidades y de las miserias. Esta persona se llamaba SANTIAGO BUIRÍA ROGEL. A quien desde este modesto artículo le quiero rendir un merecido homenaje, por lo mucho que ha significado para el fútbol Cartagenero, sobre todo para la cantera.

Nace Buiría en Gerona en 1908, tras demostrar en el equipo de su ciudad su valía, y pese a su pequeña  estatura, medía 1’58 metros, (por eso le decían "la rata”), su habilidad con el balón era tal que le fichó el Atlético de Madrid en 1930, y  permaneció en ese equipo durante diez temporadas, hasta la 39-40. Su fama, llegó a ser tan grande que, en su Tesis Doctoral de 2005 D. Fernando Sánchez Postigo eminente periodista, le nombra en uno de sus capítulos.  Acabada nuestra desgraciada guerra civil, Buiría ficha como jugador-entrenador con el Cádiz y en el permanece hasta 1944. Continúa en Andalucía y Cataluña, entrenando a diversos equipos, y en la temporada 1948-49 ficha con el Club Deportivo Naval de Cartagena.

Era el Naval de aquella época, un equipo pletórico en todos los aspectos. Estaba apadrinado por el Consejo Ordenador (posteriormente "La Basán”) disponía de un estadio nuevo (Los Juncos) y jugaba en tercera división, con jugadores la mayoría de ellos profesionales.

La llegada de Buiría  a Cartagena, vino precedida de mucha propaganda, justificada, pues su historial era brillantísimo, había mucha expectación por presenciar su primer entrenamiento, y naturalmente ¡ahí estaba yo! Les aseguro que no había hecho ni la primera comunión, pero no me perdía ni una, lo recuerdo perfectamente. Resulta que estaba resembrado el terreno de los Juncosy por eso el entrenamiento lo realizó Buiría en la parte norte, fuera del recinto, donde había un terreno lleno de matorrales,  en ese sitio, se instaló el primer club nocturno de luces "verdes azules y rojas” que le llamaron "La Rana Verde” ¿recuerdan? Bueno, pues en ese primer entrenamiento, nos quedamos todos boquiabiertos cuando Buiría empezó a ordenar a los jugadores ejercicios, (casi todos novedosos) pero el colmo fue cuando se dispuso a dispararle al portero, que era Verdú (abuelo del actual defensa central del Cartagena)  qué habilidad tenia D Santiago para darle al balón, de todas las posturas. En ese primer entrenamiento justificó plenamente su fama.

La temporada 1949-50 marcó un hito en la historia de nuestro fútbol. Buiría, mediante una nota de prensa, citó a todos los chavales entre 14-17 años con el fin de organizar un equipo juvenil, anticipándose a la disposición de la Federación Nacional, sobre la constitución de equipos juveniles. Ciento treinta chavales acudieron a la llamada, y Buiría seleccionó a treinta y tres, entre los que empieza a formarse un equipazo, orgullo de la cantera Cartagenera, nombraré algunos de los chavales que empezaron a conformar esa maravilla, rogando me perdonen los otros muchos que también participaron, estos chavales fueron: Pedrín (De Haro) Ñoño, Peñalver, Telechía; Llorca, Albaladejo; Daniel, Juanito Sánchez Barbolla, Paquirri y Mascaró con Angelin Castejón Acosta, Quinito, Evaristo…y claro de aquella semilla fueron creciendo los Egea, Narro, Rajica, Espejo, Tatono, Telechia II, Cecilio, Ros, Lito, Nito, Sornichero, Jesús Bayardo, Santos, lLos hermanos Guzmán, Paquico Moya, Pepico Valverde, Carlos Terol, Lorenzo Moya, Ventura, Llamas, Añil, Quinito II…y en fin señores yo diría que una de la mejores de canteras de la región, y de muchas regiones.  Pues bien, este fue uno de los logros que consiguió nuestro protagonista. Solo por esto ya merecía mi modesto artículo. Pero hay más.

Buiría, siguió compatibilizando su dedicación a los juveniles, y la preparación del primer equipo, con el que consiguió la mejor clasificación de su corta historia, fue 5º en su grupo de tercera división. Y para colmo de su buen hacer en nuestra ciudad, también fue el primer seleccionador regional de juveniles. Yo creo que está más que justificado este pequeño homenaje, que me permito dedicarle. Siguió D. Santiago entrenando al Naval hasta la temporada 1.952-53, pero como el fútbol no perdona en ninguna época los errores, tras unos malos resultados Buiría no fue una excepción, y le sustituyeron por Marcos, un fornido defensa vallisoletano, y posteriormente por D. Lucio Jauregui.

Pasaron un par de años, cuando veo a un amigo, nos saludamos y me dijo que iba a llevarle al Sr. Buiría un bocadillo y tabaco, me quedé petrificado y decidí acompañarle, y Srs. fue espantoso, me encontré un hombre de 47 años que aparentaba 90, con un aspecto sobrecogedor, casi el de un indigente. ¡Y…ME HIZO LLORAR! Qué sentimiento de tristeza me inundó ver a un "superhombre” convertido en…nada. Posteriormente D. Santiago Buiría ingresó en el Hospital de Caridad, enfermo del pecho donde falleció en la más triste soledad. En el Hospital de Caridad, se han negado a darme la fecha exacta de su fallecimiento, aduciendo razones legales. Yo creo que debió de ser en 1958. Vayan desde estos renglones mi recuerdo para este "gran hombre”. Muchas gracias a mis lectores.

PD. Quiero dedicarle este artículo a mi amigo Pepe Egea Leal, grandísimo futbolista y símbolo del navalismo, y a quien acudo cuando mi memoria falla, pues la suya es superior.

LA FOTO: El 12 de octubre de 1930 un derby pudó acabar con la carrera del mejor portero del mundo que militaba en el Madrí, Ricardo Zamora en este choque fortuito con nuestro delantero Santiago Buiría "la rata".-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------