4 de mayo de 2012, 1:53
En el entorno del Cartagena todos sabemos que cuando Paco Gómez, el dueño del club, decide hablar, sube el pan. Pero a mí me gustaría que ahora hablase. No digo que lo haga hoy mismo. Ni esta mañana o esta tarde aunque creo que no debería de tardar. Si yo fuese él, que no lo soy evidentemente, es lo que haría. Al mal tiempo le pondría buena cara. Y dejaría un poco las cosas en su sitio.
A mí me gustaría que Paco Gómez saliese de su torre de marfil en Espinardo y diese la cara. Me encantaría que fuese en este diario digital porque seguro que sería una larga y provechosa conversación. Pero aunque sea en otro sitio, lo que quiero es que hable. Que salga de dónde esté y que, por una vez, dijera cosas sensatas que sirvieran para iniciar frenar la desilusión e iniciar la remontada que se encamine a un pronto regreso a Segunda. Todavía hay quien cree en él por mucho ángel o demonio que sea.
{sumario:El dueño del Cartagena, aunque no le guste, tendría que tomar ejemplo de cómo afrontò Samper el descenso del Murcia:sumario} Recuerdo que, cuando descendió el Murcia a Segunda B de las primeras cosas que hizo su presidente Jesús Samper fue coger al toro por los cuernos. Lo primero que hizo fue despejar dudas. Dejó clara su continuidad al frente del club, puso las cosas en su sitio mandando un mensaje de tranquilidad, fue capaz de mantener a una buena parte de los futbolistas considerados como importantes y habló de ascender por la vía rápida. Solamente perdió a 3.000 de los 10.000 abonados que tenía. Fue duro, una travesía del desierto. Pero hizo las cosas bien y lo consiguió a la primera.
Paco Gómez, aunque no le guste, tendría que tomar ejemplo de todo aquello pero, para eso, tiene que dar la cara y hablar. Yo soñaría con una rueda de prensa en la que el empresario oriolano fuese ése hombre sencillo y cercano que ha demostrado otras veces. Que lanzase un mensaje de tranquilidad. Que anunciase medidas de todo tipo para reactivar a la afición. Y que lo basara todo en un regreso inmediato al fútbol profesional. La afición cartagenera ha rejuvenecido y hay una semilla que se debe conservar.
A mí me gustaría que Paco Gómez saliese de su torre de marfil en Espinardo y diese la cara. Me encantaría que fuese en este diario digital porque seguro que sería una larga y provechosa conversación. Pero aunque sea en otro sitio, lo que quiero es que hable. Que salga de dónde esté y que, por una vez, dijera cosas sensatas que sirvieran para iniciar frenar la desilusión e iniciar la remontada que se encamine a un pronto regreso a Segunda. Todavía hay quien cree en él por mucho ángel o demonio que sea.
{sumario:El dueño del Cartagena, aunque no le guste, tendría que tomar ejemplo de cómo afrontò Samper el descenso del Murcia:sumario} Recuerdo que, cuando descendió el Murcia a Segunda B de las primeras cosas que hizo su presidente Jesús Samper fue coger al toro por los cuernos. Lo primero que hizo fue despejar dudas. Dejó clara su continuidad al frente del club, puso las cosas en su sitio mandando un mensaje de tranquilidad, fue capaz de mantener a una buena parte de los futbolistas considerados como importantes y habló de ascender por la vía rápida. Solamente perdió a 3.000 de los 10.000 abonados que tenía. Fue duro, una travesía del desierto. Pero hizo las cosas bien y lo consiguió a la primera.
Paco Gómez, aunque no le guste, tendría que tomar ejemplo de todo aquello pero, para eso, tiene que dar la cara y hablar. Yo soñaría con una rueda de prensa en la que el empresario oriolano fuese ése hombre sencillo y cercano que ha demostrado otras veces. Que lanzase un mensaje de tranquilidad. Que anunciase medidas de todo tipo para reactivar a la afición. Y que lo basara todo en un regreso inmediato al fútbol profesional. La afición cartagenera ha rejuvenecido y hay una semilla que se debe conservar.
