jueves. 25.04.2024
EN UN RINCÓN PARA DOCE

Y Sisifo nos dijo adiós

”No te afanes, alma mía, por una vida inmortal, sino que apura el recurso hacedero”.Con la cita del poeta griego Píndaro, Albert Camus inicia el ensayo del Mito de Sísifo. Recuerdo que Sísifo hizo enfadar a los dioses por su extraordinaria astucia y fue condenado a perder la vista y...
”No te afanes, alma mía, por una vida inmortal, sino que apura el recurso hacedero”.

Con la cita del poeta griego Píndaro, Albert Camus inicia el ensayo del Mito de Sísifo. Recuerdo que Sísifo hizo enfadar a los dioses por su extraordinaria astucia y fue condenado a perder la vista y a empujar perpetuamente un peñasco gigante, montaña arriba hasta la cima, sólo para que volviese a caer rodando hasta el valle, y así eternamente y vuelta a empezar.

Hoy he tomado asiento para contarles con alegría, las tristezas para otros, el partido de nuestro equipo. Aquí estoy viendo cómo los muchos dioses se han puesto a bailar el Waka Waka, dejando de estar enojados, después de muchas jornadas que alguien les hiciera enfadar y esos muchos dioses quisieran condenarnos, de por vida, a empujar el peñasco de asuntos deportivos de forma permanente, y como Sísifo ver cómo caían, una jornada sí y la otra también, hacia el valle de las incesantes lesiones, de los puntos perdidos, de las esperanzas desesperanzadas, de las desilusiones y hasta de algún enfado y desasosiego por los entuertos de nuestro, vuestro, suyo Cartagena.

Sí, sí, el FC Cartagena ha abandonado hoy la montaña, el pedrusco, a los dioses no, no, ¡por favor! Que ellos no nos abandonen y el FC. Cartagena, seguro, seguirá honrándolos, como en los ancestros.

Sí, sí, ¡amable lector!, que me alegro como el que más de haberle traspasado el peñasco, donándoselo de por vida a este Alcorcón de nombre arábigo, con fundamentos alfareros y que en los albores del siglo octavo lo nombraban “'Al-Quadr”, significando “collado”, “colina”, “altozano” o “atalaya”.

Que sí, que sí, que el peñasco, a partir de esta tarde, permanecerá en la colina para convertirse en buena tierra arcillosa revirtiéndola el artista alfarero en vasija para decorarla con ese “alcor” pinturero al óxido de cobre utilizado para la fabricación, en barro vidriado, de ese azulejo que, después de la victoria, colocaremos en el dintel de nuestras casas y en todas las ventas, escenarios del paso de los más diversos viajeros, reflejando el uno a cero de esta tarde.

Que no, no y no, que el Alcorcón de esta tarde no ha sido ningún”Al-Quercus”, lugar de alcornoques, ni de encinares belloteros. Que el equipo de Anquela se ha portado como equipo organizado, apretando con muchos fusibles, aunque se le fundiesen a medida que el FC Cartagena se sobrecargaba de corriente y alcanzaba bajos niveles electrizantes de sufrimiento tormentoso.

FC CARTAGENA 1–AD ALCORCÓN 0

Los blanquinegros han conseguido su tercera victoria, apropiándose del cabalístico número tres e igualándolo con los empates y con los partidos perdidos a costa de un ex compañero en los tiempos de 2ª B.

Como había previsto el técnico cartagenerista el partido ha ofrecido, desde el principio, una batalla de mucha demanda física en la pelea del centro del campo.

Deprimido en lo físico y ajustado en lo anímico, Víctor ha ido como un tiro, desacomplejado en el regate y certero en el remate, algo que se le presuponía, pero no lo habíamos visto hasta la fecha. "Les cuesta encontrar portería", llegó a conceder el que me ha acompañado en la visión en medio de una retahíla de elogios. Julien, el volante-sustituto y no muy lejanamente titular del capitán Mariano, ha vuelto con su mejor versión, vestido de chaqué en el achique y de sayón furibundo en el juego de pelea. Esta tarde se ha tirado de la veteranía del vestuario y el grupo ha completado un partido sensacional en lo táctico y en el sufrimiento y agotamiento final. También recobró el tono peleón Toché, aun siendo cambiado, todavía en reposo goleador.

En éstas me encontraba cuando, estando muy atento a la pantalla, que hoy ni se me ocurrió apagarla sino todo lo contrario, no vi aparecer por ningún rincón del plasma a ese jugador goleador que, dicen, se le escapó a David Buitrago o no lo quiso, que se llama Quini.

Terminado el partido y conseguido el duodécimo punto, me he puesto a releer una versión infantil de El Jorobado de Notre Dame y me he dado cuenta que a JIM, ¡ay, ay, ay!, no "le ha dado mucho miedo el archidiácono que es el padre adoptivo de Quasimodo, un malo tremendo". Las brujas, que se le han representado en no pocos fantasmas, ya no le obsesionan cuando cae la noche, ni antes tampoco.

Con esta costosa y peleada victoria, no solamente se han alegrado mi mujer y la kiosquera sino que también lo ha hecho nuestro perro Pluto, los infinitos gatos que pululan por el jardín y, por supuesto, el que esto escribe y hasta la luminosa bahía, dominada por la ciudad, se ha vestido de gala, y fíjense si estoy exultante, que hasta la sierra minera, tan a mano, y un Mediterráneo deslumbrante rodeándola y llenando de energía y vida cada rincón de sus playas, su puerto y su cuidado casco antiguo se han puesto, de nuevo, a soñar.
¿Y qué decir del árbitro gallego Amoedo Chas, D. Julio? Pues nada, que con su arbitraje no hemos sabido si subía o bajaba del collado de Sísifo.
¡Amigos!, hasta el sábado que viene, no tengan miedo, que nos deleitaremos, si Dios quiere, marchando hacia La Plana Baja. ¡Ay! ¡Ay!

Pedro-Roberto J.P. hoy en Villamediana de Iregua. Dies 10/23: ante diem decimum Kalendas Novembres.

Y Sisifo nos dijo adiós
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