8 de marzo de 2014, 21:01
El conjunto catalán no estuvo tan fresco como en otras jornadas y no pudo dar la vuelta al marcador y en ello colaboró
el sistema planteado por el Real Valladolid. JIM acertó y supo plantar cara al Barcelona. La victoria fue justa.
Esta tarde el brasileño Neymar no apareció en Pucela , no estuvo sobre el césped del José Zorrilla y no creó nada de peligro.
FICHA TÉCNICA
Real Valladolid: Mariño, Peña, Rueda, Mitrovic, Rukavina, Álvaro Rubio, Valiente (Sastre, min 55), Rossi, Manucho (Óscar, min. 65), Bergdich (Valdet Rama, min. 70) y Guerra.
Barcelona: Valdes, Adriano, Piqué (Sergi Roberto, min. 70), Mascherano, Dani Alves, Fabregas (Alexis, min 66), Xavi, Busquets, Neymar (Tello, min. 77), Messi y Pedro.
Gol: 1-0 Min. 17: Rossi recoge un rechace y marca dentro del área a Valdés.
Árbitro: Hernández Hernández. Amonestó aBergidch, Rossi, Peña, Sastre, Álvaro Rubio, Piqué, y Adriano.
Incidencias: Prácticamente lleno en el estadio Zorrilla.
LA CRÓNICA
Un abarrotado estadio Zorrilla presenció la campanada de la jornada. Un Real Valladolid ordenado, valiente, decidido y convencido derrotó con total merecimiento a un Barcelona ramplón, que apenas creó tres o cuatro ocasiones de peligro en todo el partido y que fue superado por la disciplina y eficacia de los hombres de Juan Ignacio Martínez.
Un rebote en el área al cuarto de hora de partido permitió al Real Valladolid llevarse tres puntos valiosísimos para sus aspiraciones y que también valdrán para generar rios de tinta más allá de las fronteras blanquivioletas. El Barsa se despega del título de Liga y el Real Valladolid se aferra a la permanencia.
El Real Valladolid presentó una novedad sobre el terreno de juego, como fue la presencia de Valiente, un habitual central, en el centro del campo, acompañando a Álvaro Rubio y Rossi con el fin de contrarrestar la zona de creación azulgrana. Además, Juan Ignacio Martínez colocó a Bergdich en la banda izquierda por delante de Peña, con el fin de ayudar al defensa y tener amplio recorrido por esa zona. Y le funcionó al técnico vallisoletano sus pequeñas novedades. De hecho fue el Pucela el que dispuso de las mejores ocasiones en toda la primera mitad.
El Barcelona salió dormido, o quizás quiso dormir el partido a la espera de unos minutos de gloria de sus estrellas suficientes para desarbolar a cualquier rival. Comenzó tocando y tocando el conjunto azulgrana, pero a los cinco minutos Guerra ya se había plantado solo ante Valdés. Messi también puso a prueba desde lejos a Mariño, pero era el Real Valladolid el que se mostraba más incisivo y sobre todo muchísimo más directo y decidido a la hora de llevar el portal al área contraria. Y tras el tercer saque de esquina blanquivioleta Rossi recogió un rechace en el área azulgrana y batió a Valdés apenas transcurrido el primer cuarto de hora. Se temía la reacción azulgrana, pero no llegó. El Barcelona parecía adormilado, como si la tempranera hora vespertina hubiese nublado sus ideas. Además, el Valladolid no se fue atrás.
Siguió presionando la salida del balón azulgrana y obligaba a pases largos de Piqué que eran cómodamente despejados por la zaga. Los minutos pasaban y el Barcelnoa se limitó a un par de disparos lejanos que no ofrecieron apenas peligro para Mariño mientras el Real Valladolid se mostraba cómodo y sin desdeñar nuevos ataques sobre el área de Valdés.
La segunda mitad comenzó con un disparo de Messi que Mariñó despejó con los pies. Parecía toda una declaración de intenciones azulgrana, que por minutos encerró en su área al Real Valladolid. Neymar falló otra clara ocasión y parecía que la propuesta azulgrana amenazaba el 1-0 del marcador. Además, Valiente cayó lesionado y dio paso a Sastre. Todo indicaba que el Barcelona, que lucha por el título, estaba dispuesto a dar la vuelta al partido.
Pero ahí se encontró con un Real Valladoild excelso en su planteamiento y aún mejor en su ejecución. Maniató el centro del campo azulgrana, incapaz de mover el balón ni con criterio ni con la suficiente velocidad, taponó a un Xavi ausente, cerró a un Messi casi desaparecido y bloqueó a un Neymar inédito. Ni siquiera la entrada de Alexis , Tello y Sergio Roberto por Fábregas, Piqué y Neymar fueron suficientes para cambiar la situación. El Barcelona tenía el balón, pero no sabía por donde atacar la maraña defensiva blanquivioleta. Los minutos pasaban y se acentuaban cada vez más las posiciones sobre el terreno de juego.
El Valladolid, cada vez más sólido; el Barcelona, una amenaza constante pero sin peligro. De hecho Marino no tuvo que volver a intervenir desde que Messi le pusiese a prueba nada más comenzar la segunda parte.
Y además, incluso el Real Valladolid, con un Guerra exquisito, se plantó en un par de ocasiones en el área de Valdés con muchísimo más peligro que todo el arsenal azulgrana ante Mariño. Óscar tuvo en sus botas el 2-0 que hubiera sido la puntilla a cinco minutos del final, pero este Valladolid está destinado a sufrir y lo hizo hasta el minuto 94. Pero sin sufrir un gran quebradero de cabeza, con una disciplina espartana, una eficacia alemana y una alegría muy castellana que inundó las gradas cuando Hernandéz (bis) señaló el final del partido.
