12 de marzo de 2014, 17:01
Según se ha informado, el Real Murcia se agarró el año pasado a una de las cláusulas de los contratos de Alberto Cifuentes , Jorge García, Sutil, Emilio Sánchez, Nafti y Catalá para dar su vinculación por finalizada tras el descenso deportivo a Segunda B, no consumado al final por el descenso del Guadalajara por irregularidades en su conversión en SAD. Así lo explica el periodista José Otón.
El Murcia ha intentado demostrar, en la sala número 1 del Juzgado de lo Social de Murcia, que el equipo fue club de Segunda B desde que acabó la pasada temporada el 9 de junio hasta el 2 de agosto del pasado año, fecha en la que el Guadalajara no pudo formalizar legalmente su inscripción en la Liga de Fútbol Profesional. Por eso, según el Real Murcia, ejerció su derecho a aplicar la cláusula.
La posición de los jugadores que reclamaron obviamente es la contraria, y es que el Real Murcia peleó hasta el final por ser cuarto por la cola en Segunda sabiendo a ciencia cierta de antemano que en el supuesto de acabar en esta posición podría salvarse del descenso a Segunda B, que fue lo que sucedió.
