viernes. 26.04.2024

FICHA TÉCNICA
Nombre y apellidos: Norberto Amaro Domínguez.

Naturaleza y edad: La Coruña, el 27-12-1927

Historial jugador: Equipos bases del Coruña, Monforte de Lemos (3ª División), Deportivo de La Coruña (2ª División con ascenso a 1ª), Cartagena (3ª División) con 19 años de edad; Orensana (2ª División) durante el servicio militar, Cartagena, Real Murcia, Granada, Hércules, Eldense, Cartagena, Xerez y Cartagena..

Historial entrenador: La Unión, Villena, Cartagena, Talavera de la Reina y Manchego de Ciudad Real.

Homenaje: El 8 de enero de 1969 fue homenajeado en el Almarjal en un partido en el que hizo el saque de honor Zarra, jugador internacional. El Cartagena se enfrentó a un combinado nacional en el que figuraban, entre otros, Amancio, sobrino de Amaro, y Veloso.

Otra actividad: Durante catorce años fue propietario de un secadero de salazones en La Palma.


Norberto Amaro, a sus 79 años («si tardo un día más nazco el Día de los Inocentes») guarda en el baúl de los recuerdos lo mejor de una historia futbolística que corresponde a un jugador mítico -aquí el adjetivo se queda corto-, muy querido en Cartagena, su tierra de adopción, a la que llegó con diecinueve años y en la que instaló su domicilio definitivo. Su dilatada hoja de servicios ofrece, desde 1936, cuatro fichajes en diferentes fases como cartagenerista y un ascenso a Segunda (1961). Delantero centro nato, su infalible carta de presentación era el gol. Máximo artillero casi todas las temporadas, fue autor de un gol en el Almarjal que pasará a la historia: ante el Atlético de Ceuta, en junio de 1959, en un balonazo que, tras romper la red ceutí, no fue concedido por el árbitro.

- ¿Qué sucedió aquella tarde del gol anulado frente al Ceuta, después de romper las mallas?

- Indiscutiblemente fue un gol legal, pero el árbitro dijo que la red la había roto mi compañero Carriega al colgarse de ella. La realidad era que ese colegiado, paisano mío y al que ya conocía, se vendió por un coche Gordini y el importe de un anticipo de un piso que se compró. Ese árbitro era conocido por el Legionario y también por el Coyote. Empatamos a dos y después nos eliminaron en el partido de vuelta.

- ¿Cómo fue recalar en Cartagena, a los 19 años de edad?

- Yo había jugado en el Deportivo de La Coruña, en Segunda, y conseguí el gol del ascenso en un partido que jugamos en Murcia, pero tras ascender se desprendieron de mí y el segundo entrenador me recomendó a Pepe Sierra, murcianista; aunque dio la casualidad de que no continuó en Murcia, firmó en el Cartagena y aprobó mi fichaje.

- ¿Qué tal fue el aterrizaje de un gallego en una tierra calurosa como ésta?

- Llegué a Cartagena un 2 de agosto con un calor inmenso y lo primero que hice fue ir a La Unión a jugar un partido; cuando observé que había que jugar en un campo con piedras, acostumbrado a hacerlo en la hierba de Galicia, me dieron ganas de volver a mi tierra andando. Pero me dijeron que aquí había muchos gallegos y que ninguno había muerto por el calor, y me conformaron. Luego terminé enamorándome de Cartagena y me considero cartagenero.

- ¿Qué podría cobrar hoy Amaro si jugase como lo hacía en los años cincuenta y sesenta?

- Es una pregunta que me suele hacer bastante gente. No lo sé.

- ¿Cuál fue su mejor fichaje, en lo económico?

- 225.000 pesetas cobré en el Hércules y también cuando jugué en el Xerez. No estaba mal para la época.

- ¿Qué promedio goleador alcanzó Amaro en su etapa floreciente?

- Mi promedio estaba entre los 18 y los 32 goles por temporada. En la campaña del ascenso en Bilbao, en 1961, entre Carriega y yo, y también con la colaboración de otros compañeros, hicimos 112 goles.

- ¿Cuántos goles en un partido?

- Un día le marqué cuatro goles al Salamanca, que jugaba con Ricardo Zamora de portero. Pero hubo otro partido en el que marqué cinco. Recuerdo que en determinadas campañas un directivo nuestro, llamado Alcoba, era sastre en la calle de Cuatro Santos, y cuando lograba tres goles en un encuentro me regalaba un traje. En aquellos tiempos me hinché a conseguir trajes.

- ¿Acaso no le vigilaban bien los defensas?

- Estaban encima de mí, pero yo sabía desmarcarme con facilidad.

- ¿Cómo era Amaro vestido de futbolista?

- Ante todo, un delantero centro nato, siempre colocado entre el área pequeña y la grande. Cuando me situaban de interior ya no estaba a gusto. Era un jugador de los que se podía llamar completo; le pegaba a la pelota con las dos piernas y con la cabeza tampoco remataba mal.

- ¿El mejor entrenador que tuvo?

- En aquella época eran bastante deficientes; hoy están más actualizados. Casimiro Benavente, con el que estuve en el Eldense, fue el mejor porque era un gran sicólogo.

- ¿Quién fue el mejor presidente en todas las etapas que ha conocido?

- José Luis Belda. Estuve de entrenador, con Joaquín Muñoz, una corta etapa pero Belda fue el mejor.

- ¿Kubala o Di Stéfano?

- Alfredo (Di Stéfano).

- ¿El mejor delantero del momento?

- Ronaldinho es genial, aunque hay otros a su nivel.

- ¿Qué recuerdos tiene de Telmo Zarra? ¿Intercedió por Amaro tras una durísima sanción federativa?

- Zarra era una gran persona. Cuando jugaba en el Granada, en un partido ante el Málaga lesioné a Serrano, que se partió una pierna por el fémur. Yo no fui culpable porque fue en una acción en la que yo tenía de espaldas a Serrano. La cuestión fue que me castigaron durante un año o por el tiempo que durase la recuperación del lesionado. Zarra, que era un internacional con prestigio al estar en el equipo que ganó a Inglaterra en el Mundial de Río (1950) consiguió de la Federación el perdón para mí y para otros futbolistas en las mismas condiciones.

- ¿Qué puede decir como tío de Amancio?

- Fue uno de los mejores jugadores de la época. Continúa ligado al Madrid y es representante de la firma Kelme.


Cinco años sin el legendario 'Chato' Norberto Amaro
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