sábado. 20.04.2024
Braulio, ex jugador del Cartagena, ya tiene su condena penal por las correrías sexuales que perpetró en Cuarte de Huerva el pasado verano: 11.800 euros en multas como autor de dos delitos de abusos sexuales --18 meses de multa con una cuota diaria de diez euros--, dos faltas de vejaciones --20 días con la misma sanción-- y una falta de lesiones --dos meses con idéntica cuantía--, además de indemnizar a sus víctimas con cantidades que suman mil euros.

El acuerdo que alcanzaron su defensa, la Fiscalía y la única acusación particular personada en la causa --que ejercía la penalista Cristina Ruiz-Galbe en nombre de una de las mujeres a las que atacó el futbolista-- le permitirá eludir la cárcel siempre que pague las sanciones y la responsabilidad civil, algo que le permitirá su nivel económico de futbolista profesional. Si no lo hace, pasará en prisión un día por cada dos cuotas impagadas.

Tampoco podrá acercarse a menos de quinientos metros de sus víctimas ni establecer ningún tipo de comunicación con ellas: a las dos a las que sometió a tocamientos, en un mínimo de tres años; a las dos a las que mostró su pene, durante seis meses.
 
ATENUANTE El pago de las indemnizaciones antes del inicio de la vista oral por sus correrías sexuales, convocada ayer en el Juzgado de lo Penal número 6 de Zaragoza, permitió aplicar al exdelantero del Real Zaragoza la atenuante de reparación del daño y, en consecuencia, reducirle la pena. Inicialmente se enfrentaba a una condena de cinco años de prisión como autor de un delito de agresión sexual --tres años de cárcel-- y otro de abusos --dos más--.

La Fiscalía reclamaba para el delantero canario esa pena al comenzar la vista, aunque finalmente modificó sus conclusiones.

En la breve vista oral, celebrada a puerta cerrada, el delantero lo confesó todo. El relato de hechos que aceptó indica que el pasado 19 de septiembre abordó a una joven que caminaba por la calle Fontana de Trevi de Cuarte, la "agarró fuertemente por el pecho", la arrolló y, "una vez en el suelo, continuó tocándole los pechos y el resto de sus partes íntimas" para huir cuando la mujer logró comenzar a gritar. También admitió que, a primeros de junio del año pasado, se acercó a una mujer que paseaba por el andador de Cuarte a Santa Fe y, tras manosearla, comenzó a cantarle: "Te he tocado una teta, te he tocado una teta, ja, ja". Esos dos hechos fueron finalmente calificados como abusos, además de la falta de lesiones que cometió al dañar a la primera de ellas.

También admitió, en un breve interrogatorio, que en una ocasión, tras mostrarle el pene a una mujer a la que había pedido que se acercara a su coche, le preguntó: "¿Quieres un poco de esto?" A otra le dijo "si le echaba una mano" tras haber llamado su atención mientras se masturbaba en su vehículo. Son las dos faltas de vejaciones injustas, el equivalente del exhibicionismo si la víctima es mayor de edad.

En la vista oral comparecieron las cuatro víctimas, las cuales le señalaron como el autor de los ataques sexuales. También declararon los agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil que investigaron el caso, que ratificaron el contenido de todos sus informes; y el jefe de la Policía Local de Cuarte de Huerva, que participó en las pesquisas y ayudó a localizar a varias de las víctimas.
Nóbrega no quiso hablar con los medios de comunicación antes del juicio ni después de él. No tenía mucho que matizar ante una sentencia firme.

Braulio confiesa cuatro fechorías sexuales
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