jueves. 28.03.2024

Tras perder en la fase de ascenso la situación del Cádiz es inestable y, sobre todo, incierta. Nadie puede saber qué ocurrirá mañana, ni la próxima semana, así que mucho menos cómo se desarrollára esta temporada.
En el tapete se sientan tres jugadores, cada uno con sus cartas, y cada movimiento obliga al contrario a reaccionar. La penúltima acción la ejecutaba Quique Pina, quien parece ser desea ser en breve el máximo accionista de la entidad gaditana.
 
El propio Pina ha declarado que "si el Ayuntamiento no paga, el equipo bajará el 5 de julio".
Un bombazo que a todas luces parece una medida de presión para que el Consistorio abone cuanto antes la deuda que mantiene con la sociedad de Carranza en concepto del lucro cesante (750.000 euros).

La cuestión es que Pina fija esa fecha por un motivo claro: el Cádiz debe presentar un aval de 200.000 euros entre el 1 y 5 de julio si quiere competir el próximo año en Segunda B.
Es la medida pionera que ha puesto en práctica la Federación Española de Fútbol para evitar los impagos que desde el principio descompusieron la Segunda B la pasada campaña (y que acabó con las retiradas de Mahonés, Sporting Villanueva y Poli Ejido). La RFEF quiere un aval que asegure que se pagará a los futbolistas al menos durante buena barte de la temporada.
Al Cádiz, debido a su precaria situación económica y a sus problemas en los pagos, se le reclama esta cantidad. Y Quique Pina asegura que «nadie va a poner el aval» si el Ayuntamiento no abona su deuda.

El aval es obligatorio para competir
Pina  no está dispuesto a seguir poniendo dinero (es más, el Cádiz le debe 400.000 euros por el excedente de taquilla de esta temporada). La responsabilidad es del máximo accionista, Antonio Muñoz.

Por su parte, desde el Ayuntamiento no pierden la calma. Insisten en que «Pina ahora mismo no es nada en el Cádiz», por lo que es una historia que no les concierne. Y aseguran que todo es un problema de una empresa privada por lo que poco pueden hacer, informa La Voz de Cádiz.

Informan de nuevo que desde hace diez meses establecieron una serie de condiciones y están a la espera de que desde el Cádiz las asuman. Es más, Muñoz ya ha aceptado la renuncia a los derechos sobre los bajos de Tribuna, la exigencia municipal para abonar los 750.000 euros del lucro cesante.

Las palabras de Quique Pina han disparado la tensión, pues nunca antes la amenaza del descenso administrativo había sido tan fuerte. Aún así, desvelan de que por fin, y obligado por las circunstancias, Antonio Muñoz cede a la petición del Ayuntamiento y cederá los derechos sobre las superficies de Tribuna a cambio de que le abonen la deuda por el lucro cesante. Se ha dado el primer paso. Primero los técnicos estudiarán el nuevo texto y a continuación le tocará el turno a los políticos, quienes tienen la última palabra.

El Cádiz está amenazado con el descenso si el Ayuntamiento no paga antes del día 6
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