En el club de Carranaza preparan la llamada operación salida que afectará a varios de los jugadores de los 14 que tienen contrato con el Cádiz. Una de las incógnitas de cara al curso que está a punto de comenzar es la situación de Pablo Sánchez, capitán del conjunto amarillo la pasada temporada. El gaditano tiene dos temporadas más, pero la falta de feeling entre el míster y el atacante se convierte en un obstáculo para la continuidad del futbolista fichado el pasado verano como estandarte del nuevo Cádiz diseñado por el entonces recién llegado Sinergy a la propiedad del club.
El jugador declaró públicamente su deseo de cumplir lo que está firmado en un documento por las dos partes (el club y él), pero los dirigentes del Cádiz tienen prisa por buscar la salida del atacante.
El jugador estuvo el viernes en las oficinas del club, informa Diario de Cádiz. La idea de los responsables de la entidad es llegar a un acuerdo con Pablo Sánchez para la marcha del futbolista. El jugador, como es lógico, se ciñe a su contrato y en principio, salvo que el lunes por la mañana se produzca un acuerdo entre ambas partes, se presentará a trabajar el primer día de pretemporada al ser un miembro más de la plantilla cadista.
El jugador se siente decepcionado por las presiones que están ejerciendo los dirigentes del club, según aseguraba Portalcadista, que citaba fuentes cercanas al futbolista.
QUIRANTES DIO EN PIEDRA