En taquilla, el papel voló ayer en el estadio Carranza a toda velocidad.
A las cuatro de la tarde del viernes expiraba el plazo que tenían los abonados del Cádiz para retirar sus entradas gratuitas. Una hora más tarde, el club puso a la venta para el público en general las localidades sobrantes que no habían retirado los abonados y el papel se agotó enseguida, dos días antes de la disputa del encuentro.
El cartel de no hay entradas ya está colgado en las taquillas por segunda este curso. En el encuentro de ida contra el Real Madrid Castilla también se acabaron y el Carranza se llenó salvo la Tribuna, que todavía no se puede abrir al público, da cuenta Diario de Cádiz.
La expectación para el choque contra el Lugo es tal que hubo aficionados que formaron colas ayer en las taquillas desde el mediodía. Allí comieron y aguardaron con paciencia sin saber si iban a encontrar entradas sobrantes de los abonados. La hinchada no deja sola a su equipo en el último intento por subir.
El equipo gallego contará este domingo en el Carranza con 300 seguidores.
El entrenador Quique Setien cree que el Lugo tiene recursos suficientes, en ataque, para hacer goles y ascener. "A nosotros es muy complicado hacernos tres goles". Y recordó que el Cádiz ha llegado a la final sin haber triunfado en un solo partido, pues perdió ante el Castilla en los dos campos y ante el Albacete salió adelante en el desempate por penaltis, en el que fue decisivo el marcado por el ex cartagenerista Héctor Yuste.
