En la campaña 1992-93, el Granada firmó una de las remontadas más espectaculares que se le recuerda en su historia. Aquel equipo, que estaba entrenado por Nando Yosu, presentaba un panorama desalentador en la jornada 11. En un grupo IV formado aquella temporada por 19 conjuntos, el de la capital de La Alhambra ocupaba la penúltima posición -la Balona era el farolillo rojo- y contaba sólo ocho puntos (entonces la victoria computaba por dos), fruto de dos triunfos, cuatro empates y cinco derrotas. Pues bien, después de perder cinco encuentros de 11, en las 25 jornadas restantes sucumbió sólo en tres ocasiones. De ahí a su tercera posición final. No obstante, el Granada no logró el ascenso a pesar de su hazaña en la fase regular.
Dos campañas después, en la 1994-95, el Real Jaén protagonizó una remontada excepcional después de un inicio malo. En los primeros 11 encuentros perdió la friolera de seis presentando un bagaje de goles que era negativo. Con nueve puntos ocupaba el 14º puesto, pero, como el Granada dos años antes, de la jornada 11 a la 38ª salió derrotado nada más que en tres ocasiones, lo que le abrió las puertas de una fase de ascenso en la que finalmente no logró el billete para jugar en Segunda A.
Una campaña después (1996-97) fue el Córdoba el que protagonizó una brillante reacción que le llevó al play-off a pesar de que en la jornada 11 acumulaba cinco derrotas que le hacían ser muy irregular y no estar en todas las quinielas para disputar la segunda fase de la competición. La alcanzó con unos números muy favorables y que nada tenían que ver con los del arranque de Liga.
En la temporada 1998-99 el filial del Sevilla -entonces denominado Sevilla B- se metió entre los cuatro primeros a pesar de haber perdido el mismo número de partidos que ahora el Cádiz, cuatro, en las 11 primeras semanas de competición. El segundo conjunto hispalense fue subcampeón, un punto por detrás del Melilla.
A partir de ahí, hay que remontarse a la 2001-02, cuando el Mérida se clasificó para la fase de ascenso con cuatro derrotas en 11 encuentros en los que, además, era con 14 tantos en contra uno de los equipos más goleados del grupo IV.
En la 2002-03, la del ascenso del Cádiz a Segunda A, de la manos de Jose González, el Málaga B fue el equipo sorpresa de la fase regular porque en la jornada 11 era noveno con cuatro derrotas. No sólo fue capaz de mejora su dinámica, sino que acabó por certificar el ascenso a la categoría de plata.
Una temporada después (2003-04), de nuevo el Sevilla Atlético alzó el vuelo contando con cinco partidos perdidos de los 11 primeros. No obstante, aquel filial se quedó sin subir.
En la 2006-07 el brillante protagonista de una escalada sonada fue el Racing Portuense de José Luis Burgueña. Cuatro derrotas en las primeras 11 jornadas, a la que llegó en octava posición, no fueron óbice para que el equipo del Cuvillo disputará una desafortunada eliminatoria de ascenso contra el Rayo Vallecano.
En la 2007-08 el Mérida fue el tapado que en la jornada 11 estaba en mitad de la tabla y que presentaba una hoja con cuatro derrotas y que al final se ganó una plaza en el play-off.
El último equipo hasta la fecha capaz de salir airoso de una situación idéntica o peor que la actual del Cádiz fue el desaparecido Polideportivo Ejido (2009-10). Cinco derrotas y en el puesto décimo en 11 semanas. Entre los cuatro mejores al acabar la 38ª jornada. Sólo le faltó la guinda del ascenso.
