Hace más de una década, y con la presencia del concejal de Deportes José Cabezos, tanto la AFCT como el propio Ayuntamiento llegaron al acuerdo de regular y documentar la gestión de los campos de futbol de la ciudad, ya que los clubes gestionaban y cuidaban los mismos sin ningún tipo de documento jurídico que amparara la responsabilidad de los mismos, un vacío legal que junto a la reconversión de los primeros campos de tierra en césped y la avalancha de empresas privadas que querían gestionar las instalaciones modernizadas recibiendo dinero a cambio, hacían temer el peor futuro para el deporte base de la ciudad. Por fin el 8 de marzo de 2012, y tras distintas mesas de trabajo con todas las partes, se aprobó y firmó un nuevo modelo de gestión.

Días pasados, y en el transcurso de una Asamblea General Extraordinaria de la AFCT junto a técnicos de la concejalía de Deportes, se marcaron las nuevas directrices para la renovación de este compromiso que a día de hoy engloba a un total de 22 instalaciones, todas ellas gestionadas por los clubes, que no perciben un montante económico por su gestión.

Estos datos significan que el ahorro medio por instalación asciende a unos 60.000 cada año, traducido en 1.320.000 euros anuales. Teniendo en cuenta que han pasado 11 años desde el primer acuerdo de este nuevo modelo de gestión, estas cifras alcanzan nada menos que un ahorro total a las arcas municipales de unos 14 millones de euros.