26 de febrero de 2011, 1:00
Está prevista la asietencia del concejal de deportes de Cartagena y ex árbitro, Alonso Gómez López, y del presidente de la Federación de Fútbol de la Región de Murcia, así como el presidente de la Territorial de Árbitros, el cartagenero Javier Lozano Segado.
Cartagena, aunque no se encuentra en su mejor momento en cuanto a la aparición de árbitros con proyección, cuenta con cerca de un centenar. Se espera que de la cantidad salga la calidad.
El cambio de local se debe al parecer a que el anterior resultaba insuficiente para las actividades didácticas y de oficinas necesarias para el normal desenvolvimiento.
La comarcal cartagenera se nutre en la actualidad de jóvenes estudiantes llamados por la curiosidad del arbitraje. Algunos han practicado el fútbol, incluso hay chicos que simultanean la tarea de jugar en la Liga Local y la de pitar en otras competiciones.
La mala suerte es que no hay colegiados como los hubo en tiempos de Diego de Haro Malvarez, de Jerónimo Linares, del propio Javier Lozano Segado y otros que dejaron el arbitraje cansados porque el premio de un ascenso no llegaba.
La anterior sede, en Tierno Galván, llegó a pertenecer al equipo de fútbol sala Mínguez Sáez y se puso en marcha en tiempos del delegado José Moreno Soto.
La sede de los árbitros cartageneros ha estado establecida desde la década de los 70 en calle San Fernando, Barrio de Peral, Glorieta de San Francisco y Muralla del Mar.
Cartagena, aunque no se encuentra en su mejor momento en cuanto a la aparición de árbitros con proyección, cuenta con cerca de un centenar. Se espera que de la cantidad salga la calidad.
El cambio de local se debe al parecer a que el anterior resultaba insuficiente para las actividades didácticas y de oficinas necesarias para el normal desenvolvimiento.
La comarcal cartagenera se nutre en la actualidad de jóvenes estudiantes llamados por la curiosidad del arbitraje. Algunos han practicado el fútbol, incluso hay chicos que simultanean la tarea de jugar en la Liga Local y la de pitar en otras competiciones.
La mala suerte es que no hay colegiados como los hubo en tiempos de Diego de Haro Malvarez, de Jerónimo Linares, del propio Javier Lozano Segado y otros que dejaron el arbitraje cansados porque el premio de un ascenso no llegaba.
La anterior sede, en Tierno Galván, llegó a pertenecer al equipo de fútbol sala Mínguez Sáez y se puso en marcha en tiempos del delegado José Moreno Soto.
La sede de los árbitros cartageneros ha estado establecida desde la década de los 70 en calle San Fernando, Barrio de Peral, Glorieta de San Francisco y Muralla del Mar.
