LA ENTREVISTA TELEFÓNICA EN TIEMPO DE COVID-19

Tiene muchos amigos en el fútbol y disfruta cuando lanza los penaltis a lo Panenka, de vez en cuando

Paco Bauti. / CARTAGENA FC UCAM
El Bauti es mucho Bauti, que ya lo dicen sus seguidores y los que no lo son. Es un jugador de club, a su manera. Hay que dejarlo que apriete los dientes y se invente una jugada de gol, lo que sea para que su equipo termine ganando

Si organizásemos un referéndum popular de forma moderna y telemática solamente en seis localidades de la zona de influencia futbolera (La Unión, El Llano del Beal-El Algar-Pinatar, Puerto de Mazarrón y Cartagena) es muy probable que Bauti resultase elegido como jugador peculiar para ganar los partidos que se tuercen y los que no. No es que Paco Carbonell tenga varita mágica para resolver los atascos en el tráfico rodado de los partidos de Tercera.

Bauti conduce el balón en un encuentro del Polígono Beaza.

Es que ese delantero tesonero y regordito, con recursos y pillo por que sí, es capaz de dar alegrías a su gente del fútbol donde se paga poco y se cobra (en leñazos mucho desde los tobillos a las cejas) Es una sospecha pero cree el cronista servidor que hasta a los árbitros/árbitras de la Territorial de Javier Lozano Segado les cae bien Bauti, con su pancica cervecera de la fresca Estrella de Levante 0/0 y siempre con los calzones bajos que no se le ven las rodillas. Delantero 'tapón' (por sus taponazos) que engaña si te descuidas. En todo momento, el chico Bauti, inquieto corriendo a corto trote hasta que a su cuerpo serrano le queda gasolina diesel.

Conoce cuándo puede provocar un penalti y convence a los árbitros porque ven que en el área vuelca el tarro de sus recursos de delantero listo

A Bauti hay ligas de fútbol que lo fríen a tarjetas, pero aún más lo asan a fuego lento a él con fuertes cargas como si los defensas fuesen antidisturbios, la fuerza de la ley. En este caso los zagueros que encuentra a su paso y aun sabiendo cómo juega Paco Carbonell caen en la zorrería suya de hacerle rodar al suelo como muerto al intestato al mínimo contacto en el área. Los penaltis que él busca/provoca serían para parar veinte veces los partidos si en Tercera existiese el VAR. Mejor que no.

Juan Pagán Rivas entrega a Bauti el preciado Castillete Minero.

Dicho lo cual, se añadirá que el Bauti es mucho Bauti y que ojalá a sus años, la edad de Cristo, se produzca la prolongación de su vida de pelotero y encuentre estabilidad en estos y futuros malos tiempos de crusis. Tendrá que poner de su parte y hacerle caso a su madre, la principal seguidora que tiene. / G. J.

Entre amigos en un derbi La Unión-Minera. 

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