26 de mayo de 2010, 2:00
Aunque es verdad que el equipo llegó a estar seis partidos consecutivos sin ganar, y luego con una sola victoria en 11 partidos, al Córdoba 2009-2010 nunca le ocurrió juntar cuatro choques con tan poco rédito. Los muchos empates sumados en la primera vuelta lo impidieron, así como las victorias en casa en la segunda.
Quizá el dato más significativo de este bajón de juego sea la fragilidad defensiva que muestra el equipo desde hace unas jornadas. El Córdoba no hacía muchos goles, y sigue sin hacerlos (32 en 38 partidos, una media de 0,84 por partido), pero tampoco los recibía. Hasta el meta Navas peleaba por el Zamora con los porteros que menos tantos recibían.
Sin embargo, desde que el equipo venció al Levante, el conjunto cordobesista ha recibido prácticamente un tercio de todos los tantos que llevaba hasta la jornada 34. De llevar 31 en 34 partidos (0,91 por choque) ha pasado a llevar 41 en 38 (media de 1,07). Marcó dos y recibió 10.
Además, la derrota en el Carlos Belmonte vuelve a poner de actualidad la tortura de los partidos fuera de casa. Son cuatro derrotas consecutivas en los desplazamientos (Salamanca, Girona, Hércules y Albacete), algo que tampoco le había ocurrido hasta ahora. El límite estaba en tres, los de Villarreal B (4-0), Celta (1-0) y Las Palmas (1-0), una racha que rompió el partido ante el Nástic. La única victoria a domicilio de los de Alcaraz en sus 9 últimas salidas.
Quizá el dato más significativo de este bajón de juego sea la fragilidad defensiva que muestra el equipo desde hace unas jornadas. El Córdoba no hacía muchos goles, y sigue sin hacerlos (32 en 38 partidos, una media de 0,84 por partido), pero tampoco los recibía. Hasta el meta Navas peleaba por el Zamora con los porteros que menos tantos recibían.
Sin embargo, desde que el equipo venció al Levante, el conjunto cordobesista ha recibido prácticamente un tercio de todos los tantos que llevaba hasta la jornada 34. De llevar 31 en 34 partidos (0,91 por choque) ha pasado a llevar 41 en 38 (media de 1,07). Marcó dos y recibió 10.
Además, la derrota en el Carlos Belmonte vuelve a poner de actualidad la tortura de los partidos fuera de casa. Son cuatro derrotas consecutivas en los desplazamientos (Salamanca, Girona, Hércules y Albacete), algo que tampoco le había ocurrido hasta ahora. El límite estaba en tres, los de Villarreal B (4-0), Celta (1-0) y Las Palmas (1-0), una racha que rompió el partido ante el Nástic. La única victoria a domicilio de los de Alcaraz en sus 9 últimas salidas.
