24 de octubre de 2011, 11:11
Según el periodista Pedro Barreiros, de La Voz de Galicia, el Dépor encontró en Córdoba un patrón de juego (poco vistoso, pero efectivo) y lo aplicó con decisión. Sin dudas ni pájaras. Como si se tratase de una vieja tradición, cuando se ordena desde atrás el equipo coruñés funciona de nuevo. Queda ahora la ardua tarea de darle continuidad a la mejora para mantenerse en la zona noble de la clasificación, pero estas son las claves de un equipo arremangado en torno a una idea.
Aranzubia, mandón. Si en el medio Jesús Vázquez ejerce de semáforo, en la retaguardia el portero pone el carácter. El sábado Aranzubia mantuvo a su defensa despierta con gritos e indicaciones. El Nàstic le marcó en sus dos únicas ocasiones, pero esta vez el Córdoba apenas lo inquietó. Eso sí, a cada uno de sus remates el riojano respondía con arranques de genio dirigidos a sus defensas.
Más que tres puntos. Tras los varapalos frente al Alcorcón, el Alcoyano y el Nàstic el Dépor había llegado a un punto donde la crisis esperaba a la vuelta de la esquina. Pero Oltra respiró en el Nuevo Arcángel y sus futbolistas parecieron nuevos. Por fin seguros de su plan y dispuestos a ejecutarlo sin incertidumbres ni descanso, el Dépor podría haber encontrado un camino.
El crecimiento del cuadro coruñés parece favorecido por unas próximas jornadas propicias a su victoria, sigue comentando La Voz de Galicia. En Cartagena el jueves, contra el Girona el domingo en casa y de nuevo a domicilio en Murcia, el Dépor aspira a sumar nueve puntos que lo dejen en la mejor situación de cara al exigente final de año que le aguarda, con duelos consecutivos frente al Celta, el Elche, el Almería y el Valladolid.
UN BLOQUE EN EL ESTADIO DE EL ARCANGEL
Los coruñeses recuperaron en el Estadio Nuevo Arcángel señas de identidad que parecían olvidadas en este arranque de campeonato. El Dépor volvió a distinguirse por fin como un bloque intenso, solidario y asociativo. Es cierto que en la segunda parte se confió casi en exclusiva a los veloces contragolpes de Riki, pero sus compañeros se aplicaron en poner las condiciones para que el acierto del delantero (que tardó en llegar) resultase decisivo.
Las individualidades. Ni Laure, ni Colotto, ni Aythami, ni Ayoze han brillado hasta ahora. A Zé Castro aún se le espera, mientras Manuel Pablo (lesionado), Rochela, Morel y Seoane (suplentes) apenas han tenido minutos. Es más: sus actuaciones en los últimas jornadas pueden calificarse de pobres, con errores (algunos de bulto), indecisiones y nula aportación en ataque. En cambio, como línea quizá acaban de disputar sus mejores minutos de la temporada. Los números de Córdoba los avalan, pues completaron el primer partido a domicilio en el que no encajaron.
AZOYE SERA SANCIONADO
El físico y los relevos. Pese a los buenos augurios tras la victoria de Córdoba, no se acaba aquí la pelea del Dépor para ascender. Aguardan nuevas batallas en las que la pizarra de Oltra deberá apoyarse en nuevos futbolistas para mantener el exigente ritmo de la competición. Es seguro que Ayoze se perderá por sanción el partido de Cartagena, mientras otros
Aranzubia, mandón. Si en el medio Jesús Vázquez ejerce de semáforo, en la retaguardia el portero pone el carácter. El sábado Aranzubia mantuvo a su defensa despierta con gritos e indicaciones. El Nàstic le marcó en sus dos únicas ocasiones, pero esta vez el Córdoba apenas lo inquietó. Eso sí, a cada uno de sus remates el riojano respondía con arranques de genio dirigidos a sus defensas.
Más que tres puntos. Tras los varapalos frente al Alcorcón, el Alcoyano y el Nàstic el Dépor había llegado a un punto donde la crisis esperaba a la vuelta de la esquina. Pero Oltra respiró en el Nuevo Arcángel y sus futbolistas parecieron nuevos. Por fin seguros de su plan y dispuestos a ejecutarlo sin incertidumbres ni descanso, el Dépor podría haber encontrado un camino.
El crecimiento del cuadro coruñés parece favorecido por unas próximas jornadas propicias a su victoria, sigue comentando La Voz de Galicia. En Cartagena el jueves, contra el Girona el domingo en casa y de nuevo a domicilio en Murcia, el Dépor aspira a sumar nueve puntos que lo dejen en la mejor situación de cara al exigente final de año que le aguarda, con duelos consecutivos frente al Celta, el Elche, el Almería y el Valladolid.
UN BLOQUE EN EL ESTADIO DE EL ARCANGEL
Los coruñeses recuperaron en el Estadio Nuevo Arcángel señas de identidad que parecían olvidadas en este arranque de campeonato. El Dépor volvió a distinguirse por fin como un bloque intenso, solidario y asociativo. Es cierto que en la segunda parte se confió casi en exclusiva a los veloces contragolpes de Riki, pero sus compañeros se aplicaron en poner las condiciones para que el acierto del delantero (que tardó en llegar) resultase decisivo.
Las individualidades. Ni Laure, ni Colotto, ni Aythami, ni Ayoze han brillado hasta ahora. A Zé Castro aún se le espera, mientras Manuel Pablo (lesionado), Rochela, Morel y Seoane (suplentes) apenas han tenido minutos. Es más: sus actuaciones en los últimas jornadas pueden calificarse de pobres, con errores (algunos de bulto), indecisiones y nula aportación en ataque. En cambio, como línea quizá acaban de disputar sus mejores minutos de la temporada. Los números de Córdoba los avalan, pues completaron el primer partido a domicilio en el que no encajaron.
AZOYE SERA SANCIONADO
El físico y los relevos. Pese a los buenos augurios tras la victoria de Córdoba, no se acaba aquí la pelea del Dépor para ascender. Aguardan nuevas batallas en las que la pizarra de Oltra deberá apoyarse en nuevos futbolistas para mantener el exigente ritmo de la competición. Es seguro que Ayoze se perderá por sanción el partido de Cartagena, mientras otros
