15 de octubre de 2013, 3:02
Manolo el del Bombo vino y se volvió a Valencia, donde reside, en el día. Apenas estuvo unas horas en Cartagena pero fueron suficientes para fotografiarse con todo el mundo que se lo pidió, repartir abrazos, sonrisas y estrechar manos por doquier. Su primera pregunta fue saber cómo se encuentra Pedro Arango y Miguel Egea, del que está informado del ictus que sufrió hace tiempo y del que, por fortuna, se recupera de forma satisfactoria.
Con Manolo el del Bombo pudimos hablar mientras la gente no le pedía una foto. Fue acompañado por Cristina Bustillo, gerente del Cartagena, y pudo saludar a su estimado Perico Arango. Al Cartagena, como club, le deseó mucha suerte. Luego, en la grada, los gritos de 'Efesé, Efesé' partieron siempre desde el bombo más famoso de España.
Nada más entrar en el césped se quitó su peculiar txapela, dejó su bombo con mucho cuidado sobre el césped y, con mimo, como no queriéndolo estropear, besó la hierba en el centro del campo. Un gesto que suele ser habitual allá donde va pero que siempre es muy bien recibido. El Cartagonova no podía ser menos y le tributó una sonora ovación.
A partir de ahí Manolo ya no paró en toda la noche. Estuvo en todas las partes del campo menos en el palco. Se subió a la grada lateral, paseó por la tribuna alta, por la baja, en los fondos norte y sur, en los bajos y siempre dándole al bombo y dirigiendo a la grada para hacerla popular 'ola' que pudimos ver durante varias veces recorriendo todo el graderío del Estadio. Manolo el del Bombo, el más grande seguidor de España, el número 12 sigue siendo todo un espectáculo.
