2 de julio de 2012, 1:31
Cartagena, como tantas y tantas ciudades de toda España, fue una ciudad-fantasma durante las horas que duró el partido.
Sólo el murmullo de las terrazas y el ruido y el canto de los goles que salía desde los bares y cafeterías hacía indicar que la afición, que Cartagena entera disfrutaba como las veces anteriores, tanto en 2008 como en 2010, de este triunfo de la Selección Española.
Calles y plazas como la de España o una de las principales arterías de la ciudad como la Alameda de San Antón presentaban este aspecto sólo unos minutos antes de dar comienzo el partido en el estadio Olímpico de Kiev.
Después volvió a recobrar el pulso de la actividad y la fiesta se prolongó hasta altas horas de la madrugada.
Sólo el murmullo de las terrazas y el ruido y el canto de los goles que salía desde los bares y cafeterías hacía indicar que la afición, que Cartagena entera disfrutaba como las veces anteriores, tanto en 2008 como en 2010, de este triunfo de la Selección Española.
Calles y plazas como la de España o una de las principales arterías de la ciudad como la Alameda de San Antón presentaban este aspecto sólo unos minutos antes de dar comienzo el partido en el estadio Olímpico de Kiev.
Después volvió a recobrar el pulso de la actividad y la fiesta se prolongó hasta altas horas de la madrugada.
