viernes. 29.03.2024
EL Hércules se juega el todo por el todo. Y es que el verano de 2009 ya hubo denuncias de futbolistas ante la AFE por impagos del Hércules, que era definido como «club en dificultad económica». En Alicante no era sorpresa puesto que ha sido habitual que el Hércules abonara a la AFE el dinero reclamado por sus futbolistas para que ésta sea la que lo reparta. Tanto el máximo accionista del club, Enrique Ortiz, como el presidente, Valentín Botella, trataron de apagar este fuego, ya que son los dos encargados de la viabilidad económica de un club que no pasa por su mejor momento y que si no es capaz de ascender tendría que cambiar totalmente su modelo actual y recurrir a la cantera, aunque esto ni siquiera es descartable con el retorno a Primera por las citadas dificultades económicas. Éstas han derivado en conflictos directos con la plantilla, ya que hay jugadores que se han quedado esperando la renovación con los brazos cruzados. Es la alicantina una plantilla veterana, con pesos pesados como Rufete, Farinós, Tote, Sendoa... Pero es que algunos de ellos tenían pendiente la continuidad y el club no les ha respondido aún. Incluso con el técnico, Esteban Vigo, tampoco hay un acuerdo concreto para su continuidad. Y es que no se puede hipotecar para nada el Hércules.

Durante el año se han producido durísimas declaraciones de ex directivos del Hércules hacia algunos de los actuales por salir por la noche con los futbolistas y mantener una conducta cercana a la indisciplina. El protagonista de este incendio fue Vicente Ferrándiz, hombre de confianza de Enrique Ortiz, y que acusó en mayo al vicepresidente Juan José Huerga. No hay tranquilidad ni calma social en un equipo que tiene que ganar al Real Unión el sábado para no temer que el Betis le pueda quitar el tercer puesto. Tendrá que hacerlo sin uno de sus mejores jugadores, el portugués Tiago Gomes, que no actuará por sanción y en los mentideros futbolísticos alicantinos ya señalan la existencia de «suculentas primas procedentes de Andalucía» para el conjunto vasco, pero obvian la rumorología que se proyecta igualmente hacia la capital alicantina con posible incentivo para el Irún para facilitar la consecución de su objetivo en el Stadium Gal. Un gesto positivo sí tuvo el Hércules con sus aficionados, ya que ha regalado 900 entradas a los abonados y ha organizado el viaje en varios autobuses para que puedan apoyar al equipo en Irún.

LOS IRUNDARRAS, TAMBIEN PENDIENTES DE OTROS CAMPOS
Los unionistas tienen que estar pendientes de lo que pase en tres partidos. El Celta-Huesca, el Las Palmas-Nástic de Tarragona y el Cádiz-Numancia. Vigueses y gaditanos se enfrentan a dos equipos que no se juegan nada, mientras que insulares y catalanes necesitan sumar para no caer en el pozo de la Segunda B.

La combinación en la que el Real Unión sale victorioso es la siguiente. Los de Irun tienen que ganar al Hércules y llegar a los 49 puntos. El Cádiz tendría que empatar o perder para quedarse con 47 o 48. El Las Palmas no puede sumar ante el Nástic para seguir a las ocho de la tarde del sábado con los mismos 48 puntos que tiene ahora. Y para acabar, el Huesca tampoco puede puntuar en Vigo para finalizar la liga con 49 puntos.

De esta manera, el Castellón, ya descendido, el Cádiz y el Las Palmas terminarían con menos puntos que los irundarras. Huesca y Real Unión empatarían con 49, pero los de Irun, tras empatar en Gal y ganar en El Alcoraz, superarían a los oscenses en el average. Si pasa todo esto, el Unión conseguiría la permanencia en la categoría de plata e Irun sería una gran fiesta.

Observando la situación desde la distancia, no parece imposible que el Real Unión se salve, pero realizando un análisis sincero, el reto del conjunto irundarra es más complicado que nunca.

El Hércules regala 900 entradas a sus seguidores para que viajen a Irún
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