Injusta derrota de La Unión (minuto 93) , de penalti repetido, ante un defensivo Huercal Overa (0-1)
LA UNIÓN-EL CASTILLO: 0-1
CF LA UNION: Alberto, Dani Martínez (Salinas 86'), Quinín (Javi Ruiz 58'), Marcos, Seco (Paco Meroño, 46'), Rubén, Josico, Collado, Álex, Corbacho y Yaco.
EL CASTILLO DE HUERCAL OVERA; Ismael, Carlos (Mansou 57´), Lee, Yori, Edu Mesa (Juli 54'), Lino, Pichón, Campanas, Pedro y Carmona.
ÁRBITRO: Alfonso Ros, de la comarcal de Cartagena. Expulsó al entrenador del equipo huercalense Sebastián López, a los 44 minutos de juego. Fueron amonestados los locales Josico, Corbacho, Rubén, Marcos y Salinas, y de los visitantes, Edu Mesa, Pedro, Álex, Ismael y Carmona.
EL GOL: 0-1, min. 93: Lee, de penalti.
INCIDENCIAS. Jornada de Liga de Tercera División, grupo XIII, en el Polideportivo Municipal de La Unión. Partido matinal con asistencia de unos 200 espectadores. La amenaza de lluvia se mantuvo hasta el final.
Demasiado premio para el equipo almeriense ante un La Unión que perdió su tercer partido en casa. Increíble que todo esto suceda, pero todos los visitantes (Águilas, Jumilla y ahora El Castillo de Huercal Overa) se llevaron el botín completo. Y en los dos últimos casos en el minuto 93, como si el mal fario se haya enseñoreado contra el cuadro blanquiazul en su Polideportivo. Pero es que además el cuadro de Cuco Sánchez no anda fino cuando actúa en su terreno y no se da la medida.
El Huercal Overa, cerrando líneas al final, al patadón sin contemplacines, aguantaba el 0-0 y se encontró con el penalti, primero pifiado por su lanzador Pichón, al detener Alberto, y en la repetición enviado a la red por Lee.
Parecía un encuentro predestinado al empate pero un penalti cometido ya en el último suspiro por el debutante africano Marcos, defensa central ex del Águilas que estaba actuando con seguridad y firmeza toda la mañana, dio la victoria por 0-1 a los andaluces. Con la particularidad de que en el primer lanzamiento del máximo castigo el portero Alberto detuvo el balón muy bien . El árbitro no obstante indicó que había que repetir y ahí el nuevo ejecutor acertó y a los pocos segundos acabó el partido.
La segunda parte fue mejor que la primera. Al menos emocionante. Pero sin pólvora los dos equipos, antes y después. el Castillo planteó el partido a la contra, con su goleador Campanas pendiente con la caña de pescar, y La Unión no dispuso de balones claros de gol y sus llegadas fueron atropelladas e imprecisas. Las respectivas defensas se impusieron a unos ataques romos que carecieron de remates.
La Unión le echó coraje en la segunda mitad pero le faltó cerebro y serenidad, y las bandas, aunque rápidas, no propiciaron balones de gol y la mayoría de centros laterales a la olla iban a las manos del meta Ismael, sin problemas. Tiros a portería, muy pocos. Y así es muy complicado ganar.