8 de junio de 2013, 16:21
Las diferencias son notables, pero el preparador andaluz acepta rebajarse el sueldo para ir al Levante. La oferta en principio será por dos temporadas, con otra opcional si el equipo entra en Europa.
El responsable de los levantinistas ya avisó el miércoles de que iban a buscar un entrenador «de otro perfil». Es decir, consagrado en Primera, nada que ver con la inexperiencia de Luis García y Juan Ignacio en la máxima categoría cuando llegaron a Valencia. Esta característica encaja en el utrerano.
Aunque sobre el papel la de Caparrós es una apuesta segura, supone un golpe de timón a las anteriores incorporaciones para el banquillo, que fueron altamente exitosas. El madrileño se convirtió en el mejor técnico de la historia, pero JIM superó ampliamente sus números, llevando al equipo al liderato de Primera y a Europa, aunque con una plantilla mejorada.
El responsable de los levantinistas ya avisó el miércoles de que iban a buscar un entrenador «de otro perfil». Es decir, consagrado en Primera, nada que ver con la inexperiencia de Luis García y Juan Ignacio en la máxima categoría cuando llegaron a Valencia. Esta característica encaja en el utrerano.
Aunque sobre el papel la de Caparrós es una apuesta segura, supone un golpe de timón a las anteriores incorporaciones para el banquillo, que fueron altamente exitosas. El madrileño se convirtió en el mejor técnico de la historia, pero JIM superó ampliamente sus números, llevando al equipo al liderato de Primera y a Europa, aunque con una plantilla mejorada.
La secretaría técnica granota se había marcado como principal objetivo el utrerano, aunque en segunda instancia aparecía el nombre de Lluís Carreras, al que se ha seguido esta temporada con el Sabadell.
El perfil de Caparrós es el de un entrenador más que experimentado en Primera. Él mismo se autodefine como «apasionado del fútbol, metódico, muy trabajador y hasta algo obsesivo», en la búsqueda de lograr «una fuerte mentalidad colectiva», como señala en su web personal. Este último punto va a ser fundamental en el proyecto granota. El equipo debe recuperar su unión y su fortaleza de las últimas temporadas, algo que se ha visto quebrantado a raíz de las acusaciones de Barkero por el presunto amaño ante el Deportivo. Ahí JIM ha tenido que pagar su cuota de desprestigio, aunque no haya sido culpable.
