La ausencia del Banco Popular, acreedor con peso y voto, ha provocado que no se haya aprobado el convenio de acreedores que hubiera dado continuidad a la Unión Deportiva Salamanca. Por ello, todos los activos del club saldrán a subasta este jueves
Después de noventa años de historia, el juzgado de lo mercantil dictará sentencia y liquidará la Unión Deportiva Salamanca, después de que en la matinal de este martes el convenio de acreedores no viera luz verde, requisito imprescindible para que la UDS siga con vida, algo que a la salida de juzgados confirmaban los administradores concursales, que en voz de Máximo Mayoral afirmaban que “sí, se puede decir que la UDS desaparece”.
El Banco Popular, acreedor con quórum suficiente para decidir en la junta de acreedores, no se ha presentado en los juzgados y por tanto la misma no se ha celebrado, siendo inmediata la disolución del club blanquinegro, que verá como todos sus activos salen el próximo jueves a subasta. Pasadas las diez, los acreedores entraban en la sala y apenas cinco minutos después la abandonaban.
Ahora, Juan José Hidalgo Acera, que no se ha movido ni un ápice de su postura comunicada el pasado 28 de mayo, podría acudir a esa subasta o no para hacerse con los derechos federativos del club y crear una nueva sociedad, aunque las últimas declaraciones del empresario no van encaminadas por ahí, al considerar que el precio de tasación de ese activo es muy superior al que debería.
Mayoral explicaba igualmente que “las juntas de las ampliaciones de capital no tienen ningún objeto y comunicamos públicamente que no se van a celebrar”.
Además, el regente unionista cerraba su intervención exponiendo que “sólo estamos a la espera de que se complete el proceso, tristemente podemos decir que la Unión Deportiva Salamanca desaparece”.
