DESPUÉS DE SUS NEFASTAS CAMPAÑAS EN CARTAGENA Y HUESCA

El 'nuevo' Pallarés se destapa en el UCAM

Cuando lo contrató el FC Cartagena fue porque confiaba en su capacidad ante las porterías rivales. Lo había demostrado en La Hoya Lorca con José Miguel Campos, su entrenador, con una aportación de 18 tantos en treinta y cinco encuentros en Segunda B. Pero Pablo Pallarés no dio la talla con...

Cuando lo contrató el FC Cartagena fue porque confiaba en su capacidad ante las porterías rivales. Lo había demostrado en La Hoya Lorca con José Miguel Campos, su entrenador, con una aportación de 18 tantos en treinta y cinco encuentros en Segunda B.

Pero Pablo Pallarés no dio la talla con la camiseta albinegra. Es cierto que el Cartagena de Sporto no se desenvolvía como un club deportiva normal, atenazado por los problemas, pero esa situación no justifica que a Pallarés no se le viesen sus virtudes en el Cartagonova. Su balance goleador fue escuálido, muy pobre; un gol en el resumen de 930 minutos de juego. Y lo consiguió, por un estrepitoso error/regalo de la defensa del Arroyo en campo extremeño. Fue la realidad.

En el mercado de invierno salió con dirección al campo de El Alcoraz para jugar en la SD Huesca pero el delantero de la Safor no cuajó. Los oscenses era un conjunto aspiante y de hecho ascendieron a Segunda con Luis Tevenet, pero Pallarés solo hizo una aportación de un gol, el que marcó al Racing Ferrol. Jugó de azulgrana del Alto Aragón 181 minutos distribuidos en cinco partidos.

Después Pedro Reverte lo contrató para el UCAM Murcia CF. Una incógnita para muchos. Y en la realidad ha mejorado sus números y se puede decir que casi se ha destapado como goleador al hacer  7 dianas en veintiséis encuentros con el equipo universitario. Pallarés le marcó dos goles al Algeciras, uno en Liga y uno en Copa del Rey, y en el torneo del KO un gol al Logroñés. Los otros cuatro tantos los hizo frente a Villanovense, La Hoya Lorca, Cádiz y Recreativo.

Agarrándonos al tópico: el fútbol y Pallarés son así.

Pallarés, de albinegro. Una campaña muy poco eficaz.