16 de julio de 2012, 2:14
La radio asturiana avanzó esta noche de domingo la sorprendente información cuando todos esperaban en la capital del Principado que Quique Pina entrase en el Real Oviedo con todas las consecuencias.
Incluso el granadino Lucas Alcaraz admitió ser el entrenador ovetense para intentar el ascenso, pero hubo choques y discrepancias en la forma de pensar de Tony Fidalgo, el nuevo presidente del club, y Quique Piina que han hecho romper el desembarco del presidente del Granada en el estadio Tartiere.
Pina no aceptó las condiciones a las que estaría forzado a hacer frente en el Oviedo en lo económico
El presidente asturiano Fidalgo ponía en las manos de Pina un presupuesto para la plantilla bastante modesto, en torno a 700.000 euros, lo que no admitió Pina por estimarla insuficiente. Entonces se le indicó que él se hiciera cargo de la cantidad restante hasta completar el presupuesto que considerase oportuno, que era de 1.500.000 euros, y en caso de ascenso a Segunda División, el Oviedo le abonaría ese capítulo.
Pero es que además de la cantidad fija que le proporcionaba el Oviedo, el empresario de Murcia reclamó la recaudación de los partidos de la hipotética fase de ascenso a Segunda y una parte de los ingresos por socios y taquilla que, dijo aumentarían, al reunir "una gran plantilla".
Incluso el granadino Lucas Alcaraz admitió ser el entrenador ovetense para intentar el ascenso, pero hubo choques y discrepancias en la forma de pensar de Tony Fidalgo, el nuevo presidente del club, y Quique Piina que han hecho romper el desembarco del presidente del Granada en el estadio Tartiere.
Pina no aceptó las condiciones a las que estaría forzado a hacer frente en el Oviedo en lo económico
El presidente asturiano Fidalgo ponía en las manos de Pina un presupuesto para la plantilla bastante modesto, en torno a 700.000 euros, lo que no admitió Pina por estimarla insuficiente. Entonces se le indicó que él se hiciera cargo de la cantidad restante hasta completar el presupuesto que considerase oportuno, que era de 1.500.000 euros, y en caso de ascenso a Segunda División, el Oviedo le abonaría ese capítulo.
Pero es que además de la cantidad fija que le proporcionaba el Oviedo, el empresario de Murcia reclamó la recaudación de los partidos de la hipotética fase de ascenso a Segunda y una parte de los ingresos por socios y taquilla que, dijo aumentarían, al reunir "una gran plantilla".
