EFE (Tarragona).- Un partido de baja intensidad, y con muchos hombres no habituales en el terreno de juego, regaló dos goles de gran factura a los cerca de 3.500 espectadores que acudieron al Nou Estadi. La vuelta el próximo miércoles a las 20.30 en el Carlos Tartiere decidirá el título honorífico para dos equipos ya ascendidos a la Segunda.
Una falta en los primeros 45 minutos resume perfectamente la intensidad con la que los dos equipos saltaron al terreno de juego. El Nàstic empezó mandando en el marcador tras un gran gol de Lago Junior. El marfileño remató de cabeza un centro preciso de Marc Martínez y con una perfecta parábola, desde fuera del área, superó al portero vasco del Oviedo Gorka Magunazelaia.
Reaccionó el equipo visitante, que trató de controlar el balón. Sin llegar al área local, combinaba sin demasiados problemas para la zaga del equipo catalán.
Cuando se cumplía prácticamente el tiempo reglamentario del primer acto, el extremo del Oviedo Sergio García dibujó una perfecta diagonal de izquierda a derecha para golpear el balón que se acomodó en la escuadra de la portería defendida por Tomeu Nadal. El empate a uno llevó a la caseta a los dos equipos.
El segundo acto empezó con más actitud. Dioni sacudió por dos
veces la defensa local y alojó a los cuatro minutos un balón a la madera de la
portería de Nadal.
Un espejismo, ya que el partido volvió a los cauces de la primera mitad. Sin
control real por ninguno de los dos equipos el partido discurría sin ocasiones
de gol hasta que Lago Junior volvió a aparecer por banda izquierda y forzó un
penalti tras entrada de Omgba.
Marcos de La Espada convirtió la pena máxima y colocó lo que a la postre sería el resultado final (2-1).
El local Gerard Valentín pudo sentenciar la eliminatoria pero se topó con el travesaño a falta de tres minutos para terminar el encuentro.
Fotos: Diari de Tarragona
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