viernes. 29.03.2024
El 6 de mayo de 2010 se produjo la agresión a un árbitro de fútbol en el partido de juveniles entre el Club Deportivo Mediterráneo y el Real Murcia disputado en Urbanización Mediterráneo, en Cartagena. El asunto llegó anteayer a la sala de vistas del juzgado de Lo Penal número 2 de Cartagena, donde la Fiscalía y la acusación particular alcanzaron un acuerdo para una sentencia de conformidad con los abogados de las defensas por el que los dos futbolistas son condenados a seis meses de prisión cada uno y a cuatro el aficionado.
 
Se ha solicitado la sustitución de las penas por multas de 1.460 euros para cada uno de los jugadores y por trabajos a beneficio de la comunidad para el espectador. Este asunto tiene otra vía judicial abierta en un juzgado de Primera Instancia para la reclamación de la responsabilidad civil.
 
 De esta historia daba cuenta hace cuatro años la web de la Peña Goto Cartago al informar: Se disputaba el encuentro de categoria juvenil entre la Urbanización Mediterráneo y el Real Murcia hasta que una decisión del árbitro desembocó en una agresión por parte de jugadores locales. El trencilla fue agarrado hasta caer al suelo y una vez allí le lanzaron al menos una patada al rostro. El público invadió el terreno de juego y el árbitro y sus asistentes fueron llevados a su vestuario en medio del tumulto. Poco después se desplazaron al recinto deportivo tres coches de la Policia Nacional y más tarde se tuvo que avisar al servicio médico del 061 ante la indisposición del colegiado.
 
UN ESPECTADOR TAMBIÉN ACUSADO
 Según Cartagena de  Ley, de Carlos Illán,  (información publicada tras los hechos), los dos jugadores juveniles del Club Deportivo Mediterráneo, que agredieron al árbitro, pasaron por el juzgado de Guardia de Cartagena, donde quedaron en libertad con la imputación de un delito de Lesiones y el juez decretó una orden de alejamiento de 300 metros hacia el colegiado. También decretó lo mismo para un espectador que también estaba acusado.

El origen del conflicto surgió en aquel partido CD Mediterráneo-Real Murcia de la Liga Nacional Juvenil cuando el balón dio en el larguero y botó en el suelo. Los jugadores locales reclamaron gol, pero el árbitro no lo concedió. Entonces, Alberto M. C. propinó un puñetazo al colegiado y, cuando estaba en el suelo, le dio una patada. Después, otro futbolista (Carlos J. G. B.) también le golpeó en el suelo. Hubo un espectador también acusado por esa agresión.

El árbitro fue trasladado al hospital, donde fue intervenido quirúrgicamente de fractura en la mandíbula. También tenía señales de haber recibido golpes en diferente partes del cuerpo.


Tras la denuncia presentada por el letrado del Comité de Árbitros, Sergio Marco, fueron arrestados los tres sospechosos (están en edad juvenil pero ya han cumplido los 18 años) por la Policía Nacional, que  los puso a disposición del titular del juzgado de Instrucción número 5 de Cartagena. No se celebró juicio rápido, posiblemente al no estar aún evaluadas las lesiones sufridas por el árbitro, por lo que el magistrado dictaminó que los acusados quedasen en libertad con cargos y se fijó una orden de alejamiento para que no se puedan acerca a la víctima a una distancia mínima de 300 metros. 
 
CINCO AÑOS SIN PODER JUGAR EN COPETICIONES FEDERADAS
 Por otro lado, el club expulsó a los dos futbolistas y la Federación de Fútbol de la Región de Murcia les ha castigado con cinco años sin poder jugar en competiciones federadas.
 
El joven árbitro (tiene 28 años de edad) sufrió rotura de mandíbula y diversas contusiones. "No pude volver a arbitrar hasta noviembre", expuso a Cartagena de Ley, portal que  e preguntó si cambió su forma de dirigir los partidos en su regreso por lo que le había pasado y respondió: "No, pues si lo hubiese hecho lo hubiese dejado, pero sigo en él porque es un mundo muy bonito, aunque para conocerlo hay que estar dentro", dice, mostrando su satisfacción porque una decena de árbitros cartageneros han acudido a arroparlo al juicio. También queremos conocer qué espera del juicio, respondiendo: "No soy quien para decidir, para eso hay un juez que es quien aplica la Ley".

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